El Lehendakari, Iñigo Urkullu, ha participado esta mañana, a través de videoconferencia desde la sede del Gobierno Vasco, en la reunión de presidentes autonómicos convocada en diez ocasiones por el Presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, para abordar la fase de desescalada provocada por el coronavirus de origen chino.

El Lehendakari ha demostrado estar bastante alejado de la realidad que viven muchos vascos, ya que se ha atrevido a hacer un balance positivo de la primera semana de la Fase 1 que, según ha explicado, en Euskadi ha tenido un plus de prudencia y precaución. Parece que Urkullu no se ha hecho eco de las numerosas críticas que ha recibido por este supuesto plus de prudencia, en el que se ha saltado a la torera la movilidad permitida por la Fase 1 de la desescalada, restringiendo la movilidad de los vascos al mismo municipio de residencia.

Evidentemente, no es verdad que no se haya enterado de la indignación de una mayoría de los vascos, hartos de estar encarcelados en casa sin una justificación basada en criterios sanitarios establecidos por expertos en la materia (todavía estamos esperando a saber quiénes son). Está claro que en la última semana ha notado la ira de los vascos, ya que unos días después de imponer estas restricciones a la movilidad de los vascos, permitió la movilidad en municipios colindantes y visto que su incomprensible decisión indignó a muchos, ahora directamente le ha entrado el ‘cangelo’ y ha decidido recular: a partir de mañana lunes, quedan permitidos los desplazamientos dentro del ámbito del Territorio Histórico en el que se tenga fijada la residencia. Y es que a todos ellos no les ha quedado duda alguna de que la única intención que tenía el Lehendakari es poder celebrar las elecciones en julio, algo que solo los ‘jeltzales’ parecen desear.

Durante la reunión con los presidentes autonómicos, el Lehendakari ha traslado cinco propuestas al Presidente del Gobierno de España para avanzar en la desescalada, aunque la más destacada y en la que el Lehendakari ha incidido más ha sido la primera de todas ellas, que dice así:

1. Uso de mascarillas en toda actividad que se realice fuera del domicilio en espacios cerrados o en situaciones en las que no se mantenga la distancia mínima recomendada entre personas. “A más movilidad mayor debe ser la responsabilidad de prevención individual”, ha dicho.

El Lehendakari ha llegado a afirmar que “a mayor movilidad, más mascarillas”. En otras palabras: Urkullu tiene intención de extender el uso generalizado de las mascarillas entre la población. Quiere mascarillas hasta en la sopa. No solo en el transporte público, donde ya es obligatorio y el viajero que no la lleve puesta se enfrenta a multas muy cuantiosas, sino que en cualquier tipo de actividad que se realice fuera del domicilio en espacios cerrados. O incluso en espacios abiertos donde ellos (sí, ellos, no el sentido común del que evidentemente carecen) consideren que no se puede respetar la distancia de seguridad. Parece que quiere momificarnos a base de mascarillas.

Claro, ahora las mascarillas son importantes y hace mes y medio, cuando en Euskadi morían medio centenar de personas al día, no lo eran tanto. Y por supuesto, las mascarillas obligatorias y por las que te enfrentas a una multa si no las llevas, no son gratis. Las tienes que abonar de tú bolsillo. Pero, vamos a ser claros… ¿Y a Urkullu qué demonios le importa?

¡Vaya rostro tiene el de Alonsotegi!

Escrito por Jordan Smith