Seguimos la restricción de libertades y la suspensión de derechos al que parecen abonados los gobernantes de la mayoría de países y regiones del planeta. A pesar de la llegada de las polémicas vacunas contra el virus chino, el Gobierno de España seguirá con su incomprensible restricción de imponer el uso de la mascarilla hasta en la punta de un monte donde es más fácil ser devorado por una piara de jabalíes que cruzarte con el dichoso ‘chinavirus’.

Debido a esta imposición totalitaria los vascos tendremos que seguir sufriendo incomprensibles restricciones como esta (si fuese por Urkullu, impondría la doble mascarilla) a no ser de que una gran mayoría de la sociedad se lo impida con protestas multitudinarias en la calle. Sin embargo, eso no se vislumbra a corto plazo. La sociedad vasca está absolutamente aborregadísima, tal como la española y muchas otras, por supuesto. Más cerca de aplaudir como focas las restricciones totalitarias que se les impone que exigir sus derechos en las calles. Pero bueno, que nos liamos. Vamos a los hechos.

Resulta que a pesar de que la imposición de la obligatoriedad del uso de la mascarilla en la vía pública ha demostrado no ser efectiva, que no esté justificada en base a criterios sanitarios establecidos por expertos en la materia y que todavía estemos en noviembre del año 2020, el Ministerio de Sanidad ya ha confirmado que las mascarillas seguirán usándose “durante mucho tiempo”, de momento al menos durante todo el año 2021, y no se descarta que también durante el año 2022 o incluso más tiempo.

Como no podía ser de otra manera, también se seguirá pidiendo que se mantenga la distancia de seguridad y el lavado constante de las manos, entre otras medidas: “Su uso se tendrá que mantener durante muchos meses, independientemente de la llegada de las vacunas”.

Eso es lo que han aportado en nueve meses: consejos ridículos como que te laves las manos y que no te acerques a la gente. Como en ‘parbulitos’… ¡Bendita locura de sociedad!

¿Cuándo pararemos esta locura?