• La opinión de Patxi Lázaro, colaborador de euskalnews.com
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EL PLAN ECONÓMICO DE JOE BIDEN ES UN FIASCO

En el número de Expansión de este fin de semana (solo papel) viene un interesante artículo a doble página sobre el famoso plan de reactivación económica del nuevo Presidente de EEUU, que, sorprendentemente, no está recibiendo desde medios progresistas la atención y mucho menos el apoyo que sería de esperar. Culpa la tiene sin duda el no haber sabido quitarse de encima a tiempo el escabroso e improductivo tema del procesamiento de Donald Trump por los sucesos del Capitolio, lo cual ha distraído la atención del gran mensaje regenerador de Joe Biden, impidiéndole alcanzar las mismas cotas de gloria que el legendario New Deal de F.D. Roosevelt, allá en los años 30 del siglo pasado. Aparte de eso, numerosos economistas -algunos de ellos vinculados al Partido Demócrata, como Olivier Blanchard y larry Summers- exteriorizan sus dudas acerca de la eficicacia del Plan Biden. El programa económico del presidente no termina de convencer, tampoco en la socialdemócrata y buenista Europa. He aquí un resumen de sus principales defectos y algunos de los obstáculos que se interponen en su camino.

Esencialmente el plan de Biden no difiere de las propuestas populistas de su predecesor, Donald Trump, que ya en diciembre de 2020 había anunciado estímulos fiscales (es decir, con cargo al déficit) por encima de un 14% del PIB -no pongo las cifras en dólares por no marear al lector-. Para más inri, el programa de la nueva administración demócrata ha de ser sometido al consenso de un senado dividido prácticamente al 50% entre los dos grandes partidos de la política nacional. La divisoria óptima para los estímulos fiscales está en el 9% del PIB. Por debajo de esta cifra, se perderían más apoyos demócratas que los republicanos que se podrían ganar. Y por encima, justo al revés.

Por lo demás, las ideas en las que se basa el plan son antiguas, encuadradas en el mismo keynesianismo romántico de cátedra universitaria, pero sin poco fundamento práctico, que ya se estrelló estrepitosamente contra la crisis del petróleo de los años 70. Su fracaso se debió a circunstancias que entonces no se tuvieron en cuenta, y que hoy siguen presentes con mayor fuerza si cabe: las estructuras económicas y sociales son algo demasiado complejo para poder ser gestionado exclusivamente por las herramientas del déficit público y la expansión monetaria.

Finalmente, el mayor problema al que se enfrenta el proyecto expansivo de Joe Biden es la posibilidad de un retorno inminente de la inflación. Un aumento de los precios, como resultado del exceso de liquidez propiciado por el gasto público, o de factores externos como la disminución de reservas de ahorro en todo el mundo a resultas de un mayor dinamismo de los mercados de consumo en China, puede dar al traste con el plan Biden, convirtiéndolo en el mayor error de política económica en toda la historia de Estados Unidos. Le pasó al gobierno de Mitterrand en 1981. Como resultado del fiasco socialista en Francia, toda Europa viró hacia el liberalismo. Comenzando por Felipe González en España.