Más efectos secundarios de los polémicos medicamentos experimentales a los que el establishment llama vacunas. Los rostros de dos residentes de California, EE. UU., resultaron deformados tras recibir la vacuna de Moderna contra el Covid o virus chino, además de hincharse les aparecieron extrañas costras y bultos llenos de pus, según adelanta BLes. También hubo enrojecimiento, dolor, fatiga y fiebre. De acuerdo con los resultados de la  investigación, se explica que el sistema inmunitario de estas personas reaccionó exageradamente, y generó un tipo de glóbulos blancos, los neutrófilos, de acuerdo con el informe de la Asociación Americana de Medicina publicado el 28 de julio.

Los casos fueron estudiados por la Universidad de California, y se refieren a un hombre de 50 años y a otro de 80, quienes sufrieron los inesperados efectos secundarios de la inyección con el medicamento experimental que, al parecer, alteró su sistema inmunitario. Luego de que las afecciones fueron tratadas con antibióticos, inmunosupresores y cremas tópicas finalmente desaparecieron tras siete y diez días de tratamiento.

Otras reacciones cutáneas adversas habían sido informadas anteriormente, caracterizándose por ardores e inflamaciones de la piel, que surgieron entre siete y diez días después de que las personas fueron inoculadas con el medicamento contra el virus chino, según Daily Mail. Estos dos extraños casos se encuentran entre los varios millones de reacciones adversas reportadas voluntariamente por personas vacunadas, teniendo en cuenta solo los reportes de Estados Unidos, la Unión Europea y Reino Unido.

Por otro lado, los resultados de la gigantesca campaña de vacunación que se realiza en todo el mundo parecen contradictorios. Si bien la campaña se anunció para disminuir el impacto del virus entre la población, a mediados de este mes las muertes de personas vacunadas superaron a las causadas por el virus entre quienes no habían recibido ese medicamento experimental en Estados Unidos.

Esta conclusión resultó de la comparación establecida entre los datos publicados en la página del Sistema de Informe de Eventos Adversos a las Vacunas de Estados Unidos (VAERS, por la sigla en inglés) las dos semanas anteriores al reporte del 16 de julio, de acuerdo con el medio alternativo The Gateway Pundit del 17 de julio. Mientras que durante la primera semana tomada como referencia las muertes por las vacunas covid fueron 2.092, la cantidad de muertes causadas por el virus fueron 1.918, es decir 174 menos. El total de fallecimientos de personas vacunadas supera las 12.000, en siete meses.

Asimismo, los efectos secundarios adversos rondan el medio millón, dentro de los cuales alrededor del 10% son graves. Una investigación señala que los datos reportados voluntariamente al VAERS suelen ser tan solo el 1% de los casos reales. En este confuso contexto, si bien los organismos de salud encargados de emitir las directrices utilizadas para el manejo de la pandemia dicen basarse en la ciencia, suelen mostrarse inseguros en los cambios que introducen. 

Como un ejemplo de ello podría tomarse el anuncio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. del 21 de julio de 2021, mediante el  cual retiran la Autorización de Uso de Emergencia (EUA) para el sistema de detección del SARS-CoV-2, RT-PCR. Como consecuencia, los laboratorios clínicos que la utilicen deberán cambiar a una prueba que permita distinguir el coronavirus de los virus de la gripe.