La opinión de Patxi Lázaro, colaborador habitual en euskalnews.com
EL PNV FRACASA EN LA DEFENSA DE LOS INTERESES VASCOS EN MADRID
El papel del Grupo Vasco durante la votación del Decreto Energético del Gobierno, que lastra el beneficio extraordinario de las Eléctricas como resultado del brutal incremento en los precios de la electricidad, no ha sido precisamente como para echar cohetes. Iberdrola, una de las empresas afectadas -y de paso, también una de las más importantes en el sector eléctrico, tanto en España como a nivel global- es una empresa vasca, y tiene su sede en Bilbao. En Madrid, las componendas políticas se impusieron sobre las necesidades de la economía. El PNV, dirigido por Aitor Esteban en el Congreso de los Diputados, no votó en contra del decreto por miedo a contrariar al gobierno de Sánchez, al cual apoya desde la famosa moción de censura que echó del poder a Mariano Rajoy en 2018. Simplemente se abstuvo, así como entre Pinto y Valdemoro, para dejar constancia de su indignación con un teatral gesto de cara a la galería que no ha convencido a nadie.
Mirándolo con desapasionamiento, da la impresión de que Aitor Esteban no podía hacer otra cosa. Al fin y al cabo, debemos ser comprensivos con las necesidades curriculares de estos pobres políticos. Si opusieran la resistencia a la que les obligan sus propias convicciones y la defensa de los intereses reales de la ciudadanía, perdiendo como resultado de ello unos cómodos y bien pagados empleos, ¿qué sería de ellos? ¿A dónde iban a ir? “Gure” Aitor y el resto de los diputados nacionalistas del Congreso son miembros de la clase política. Deben atender a las prioridades de quienes les da las órdenes y hace posible que todos los meses les sea abonada la nómina.
Incluso teniendo esto en cuenta, se impone una reflexión. Desde un principio quedó bien claro que el problema no está en los beneficios de las eléctricas, sino en los defectos del sistema energético -incluyendo todo ese espectro de energías “verdes” que viven de las subvenciones y castigan al contribuyente-. Siendo así, y antes de que Pedro Sánchez hubiese puesto encima de la mesa su demagógico proyecto de decreto contra los beneficios empresariales, Aitor Esteban podría haber exigido una paralización del mismo, con la amenaza de retirar su apoyo al gobierno de la Nación. Con una postura de firmeza lo suficientemente resuelta, Sánchez no se habría atrevido a sacarlo. Con ello, el PNV se habría apuntado un tanto, ahorrando de paso a los inversores una pérdida del 13 por ciento en el valor de sus acciones. ¿Por qué el PNV no dio este paso adelante? ¿Falta de valor? Desde hace algún tiempo, a los nacionalistas vascos no les gusta que les vean como a un partido de derechas, amigo de los ricos y de la gran empresa. De ahí toda esa parafernalia ideológica socialdemócrata con la que se adornan.
Más plausible es que todo esto sea el resultado de la torpeza y no de la mala voluntad. Simplemente, Aitor Esteban no estaba al tanto. Se durmió en los laureles y ni siquiera vio venir el peligro que implicaba el Decreto Energético. Posiblemente, ni siquiera recordaba que Iberdrola es una de las pocas empresas vascas que aun no ha trasladado su sede social de Bilbao a Madrid. Nuestro pequeño rebaño de parlamentarios vascos se ha convertido en un grupúsculo aparatero más, totalmente afín al Estado de Partidos, a su mentalidad antimeritocrática y conformista, con su incompetencia, sus defectos y su cinismo político. Una cosa es segura: el día que funcionen las puertas giratorias, no habrá en el Consejo de Administración de Iberdrola sitio para Aitor Esteban o cualquier otro antiguo parlamentario del PNV.
