• La opinión de José Miguel Ruiz Valls, colaborador habitual de euskalnews.com
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CIENCIA FICCIÓN

¿Hace falta una excusa para rechazar su asquerosa vacuna? ¿No hay suficiente con ver la lista “oficial” de ingredientes? ¿Hacía falta averiguar si tiene, además, grafeno? Con tantas chimeneas y tantas estelas químicas, ¿Qué no tendrá grafeno, o grafito, o carbonilla? Si se hubiera concluido que no tiene, ¿Te la habrías puesto? ¿Era necesario saber también que la industria farmacéutica falseó sus informes? ¿Podía haber hecho otra cosa? ¿Cómo se puede hacer un informe verdadero sobre un virus falso?

¡Ah, que el virus es invisible! Un cura pretendió una vez que me tragara un cuento sobre seres invisibles y le dije –Si quieres que te crea, tendrás que hacerlos aparecer- Al “hombre de ciencia” le digo lo mismo. Es lo justo ¿no? Curioso es que nadie lo haya visto y todos hablen de las cositas que pululan por su interior. ¿No pueden verse los virus y pueden verse sus partes? ¿O es que los que hablan lo hacen “de oído”? ¿Puede ser que, a los humanos, igual que a ciertos pájaros, nos guste repetir lo que oímos por ahí, aunque no lo entendamos? ¿Lo que oímos a quién? ¿No quedó claro que no hay expertos?

El propio Ministerio de Sanidad reconoció públicamente que no dispone del virus ni sabe quién lo pueda tener. ¿Te das cuenta? No saben dónde encontrar virus cuando se supone que cada “positivo” tiene un montón. ¿No puede pedir el ministerio a ningún hospital, a ningún laboratorio, a ninguna universidad, que llenen un frasquito?

Decir “no tengo el virus ni sé de ningún laboratorio que lo pueda tener” es como decir “No sé dónde puede haber virus”, es como decir “No sé si hay virus”, es como decir “No sé qué justificación tienen las absurdas, ridículas, ilegales, criminales medidas que os hemos impuesto.” La ministra nos dice, a la cara, que no sabe si hay, si existe el virus ¿Y seguimos buscando cositas en su interior?

El único ejemplar que tienen es informático –Por eso digo que es falso-. Lo fabricó un hombre, loco por la ciencia-ficción, que hizo una gran fortuna con los virus informáticos, con virus que infectaban a los ordenadores. La novedad es que, con este, se ha logrado envenenar a las personas. Él mismo dijo que lo haría -Tratar de reducir la población con vacunas- y al parecer lo hizo. ¿Dónde está el misterio?

¿Qué por qué muere la gente entonces? Vaya con la preguntita. Tal vez por pura incultura. Quizá porque ni siquiera se tomaron la molestia de consultar el diccionario. Quién lo hace, puede fácilmente comprobar que virus es una palabra latina que significa, exactamente, veneno.