Según publica Guillem R.S., el periodista mejor informado sobre los casos aislados y la actualidad sin filtros en Catalunya, para el medio digital alternativo ElCaso.com, la venta ambulante de mojitos en primera línea de playa preocupa a la Guardia Urbana de la ciudad de Barcelona. Por la parte administrativa, por una venta ambulante no autorizada, pero también por un claro problema de salud pública.
Sustancias contaminadas en los mojitos
El año pasado la Guardia Civil analizó los mojitos y detectó sustancias contaminadas como la bacteria E. coli, que puede provocar diarreas, gastroenteritis y otros desórdenes digestivos.
Cada día un grupo de agentes de la Guardia Urbana, en el marco del plan de Playas, salen a patrullar por las diferentes playas para luchar contra los hombres, todos de nacionalidad pakistaní, que venden estas bebidas alcohólicas a los turistas que toman el sol en la costa de Barcelona.
Una guerra sin cuartel
Cada día empieza de cero. No sólo cada día, también cada hora. No hay una reversión de las ventas; a cada momento hay que dedicar esfuerzos para evitar que los mojitos salgan de las calles de la Barceloneta y lleguen a la playa.
Cuando los pillan, sea en la arena o antes de llegar, sólo los pueden sancionar en el ámbito administrativo y confiscar el material, que tienen que tirar. Pero nada les impide volver a buscar más hielo, más menta, más vasos, más refresco y más ron y volver.
En menos de 15 minutos vuelven a tener la bandeja llena de mojitos para seguir haciendo el agosto con los turistas.
No es el negocio más rentable
Según ha podido saber ElCaso.com, vender mojitos no es el negocio más rentable de la playa de Barcelona. Así lo ha explicado uno de ellos a este medio. Sólo se dedican a vender mojitos los que no tienen espacio en los grupos que venden pareos, sombrillas -la nueva moda de este año- o cervezas y agua.
Aseguran que trabajan por su cuenta y no están organizados. Explican que compran el producto en supermercados, los guardan en pisos de los callejones de la Barceloneta y van entrando y saliendo, pero investigaciones policiales y observaciones por parte de este medio pueden poner en duda esta versión. Existe una organización entre los vendedores, para hacer compras grandes de material y también su distribución por las playas.
Mojitos a 2, 5 y 10 euros
Preguntados por el precio de los mojitos y del beneficio diario, casi cada vendedor da una versión diferente. “Pedimos 5 euros por mojito, y si son españoles, bajamos hasta 1 o 2 euros”, asegura uno de ellos.
Han llegado a vender alguno por 10 euros, pero es muy de vez en cuando, cuando el turista, sobre todo norteamericano, tiene mucha sed. El precio medio de este mojito, de baja calidad y que algunas veces no está ni frío, es de unos 4 euros.
El beneficio diario es, según ellos, de unos 30 euros. Teniendo en cuenta que pueden salir con bandejas con nueve mojitos varias veces al día y que el coste de un pack (una bolsa de hielo, el ron, una botella de refresco, vasos, pajitas y menta) para hacer una bandeja no supera los 5 euros, el beneficio real parece más elevado.
Incluso teniendo en cuenta las pérdidas que tienen cuando son pillados por la policía, que les hacen tirar el producto y les confiscan el dinero que llevan encima.
De la basura a la boca
Para evitar perder el producto, los vendedores de mojito se las piensan todas. Conocen casi a todos los policías que, uniformados o de paisano, luchan contra la venta en la playa de Barcelona. Cuando los ven venir, esconden la bolsa con todo el producto o los mojitos ya hechos en lugares impensables. Y algunos, asquerosos.
Agentes de la Guardia Urbana encuentran casi cada día mojitos en contenedores de las calles de la Barceloneta. Cuando la policía ha pasado, recuperan el producto y vuelven a la playa.