El Juzgado de lo Penal número 3 de Albacete ha condenado a un joven de 24 años a 8 meses de prisión y dos años y medio de inhabilitación para cualquier actividad comercial o trabajo relacionado con animales por un delito de maltrato animal.

En concreto, mató a su perra a palos para ahorrarse el coste económico de sacrificarla.

Los hechos ocurrieron en junio de 2017. Días atrás, el animal, de raza American Staffordshire Terrier, había mordido a un amigo del ahora condenado. Éste acudió a la veterinaria que habitualmente atendía a la perra para pedirle consejo acerca de la actitud violenta de su mascota. Una de las opciones que le planteó la veterinaria fue sacrificarla, lo que suponía un gasto de 100 euros.

El dueño de la perra, lejos de elegir la alternativa de un sacrificio en el que el animal no sufriera, decidió matarla golpeándola en la cabeza más de seis veces con un objeto contundente después de inmovilizarla por las patas y el cuello.

La perra apareció días después flotando en el río Júcar dentro de un saco.

Durante el juicio, su propietario negó haber matado al can y aseguró que, en realidad, se había escapado de la casa de su abuela.

Finalmente, la pena impuesta coincide con la petición que había realizado la Fiscalía.