La comunidad Gay abandona San Francisco. Nos referimos al popular barrio de Bilbao y no a la ciudad californiana conocida también por albergar una gran población de este colectivo. Efectivamente existe un proceso de abandono de la zona por parte de residentes hartos de la inseguridad, imposibilidad para sacar adelante sus negocios y, no vamos a negarlo, el miedo a mostrarse tal y como son en un barrio cada vez mas musulmanizado.

El cierre de locales de referencia como Conjunto Vacío o de sedes de colectivos como Hegoak marco el principio de un abandono lento pero continuo que se plasma en la venta de propiedades, cierre de negocios a pie de calle o paso a otras zonas de marcha lejos de Bailen, Dos de Mayo y Hernani.

Transexuales y lesbianas han sufrido “escenas desagradables” al pasar por San Francisco y escuchar piropos o frases groseras por parte de quienes se están adueñando del barrio. La inseguridad nocturna, el colectivo LGTB se caracteriza por una animada vida social, hace que se prefiera ir a otras calles que no son reconocidas como gayfriendy pero que actualmente acogen a los “refugiados” de las zonas más degradas. La normalización también ha permitido que ahora los gais estén mas cómodos en cualquier otra zona de la capital vizcaína que en un barrio donde las miradas y los comentarios en voz alta son muy comunes entre poblaciones para las que la igualdad de la mujer y los derechos de los homosexuales son conceptos incompatibles con su religión y su manera de pensar.

Por otra parte la reciente posibilidad que este colectivo tiene para ejercer la paternidad gracias a técnicas de reproducción asistida, la coparentalidad y la maternidad subrogada hacen que miembros de este grupo también abandonen la zona para poder criar a sus hijos lejos de la degradación que asola el barrio.

El cierre de locales y de asociaciones, la falta de seguridad nocturna, la dificultad para sacar adelante negocios, las conductas homofobas de “algunos residentes” y la imposibilidad para criar a su descendencia en un entorno tranquilo esta propiciando que el barrio bilbaíno de San Francisco ya no sea un entrono “gayfriendy” como lo fue en otros tiempos.