Recuperarse del coronavirus y volver a casa es uno de los sueños de todos los enfermos que estos días, en plena pandemia, están ingresados en hospitales de todo el mundo luchando contra la Covid-19. Pero hay que tienen la suerte de salir y cuando llegan a casa… mueren. Y no por culpa de las secuelas del maldito virus, tal y como ha adelantado el digital EL CASO.

Es el caso de un hombre que pudo salir de la prisión donde estaba por culpa del coronavirus, después de recuperarse, y cuando llegó a su barrio, en la ciudad de Amrawah, en Jordania, fue recibido con todos los honores y tiros al aire. Uno de estos tiros lo tocó y lo mató en el acto. Se trata de Sari Salem Wardat, un hombre de 46 años.

Una bala perdida lo mató

Vecinos, amigos y familia lo esperaban y justo salió del coche empezaron a disparar, una tradición local para dar la bienvenida a los compañeros presos que son puestos en libertad o que vuelven de una recuperación médica. En el vídeo que se ha hecho viral a las redes se ve como un hombre hace tiros al aire y de repente Salem Wardat cae desplomado.

Según las informaciones de medios locales, el impacto de un tiro de arma corta, una pistola, tocó la parte posterior de la cabeza del hombre, que murió al acto. El hombre muerto era un contrabandista y traficante de drogas, según detallan también medios de Jordania.

El primo, el asesino (reincidente)

El tiro mortal lo disparó con una pistola de fuego real uno de los primos de la víctima. Y no es la primera vez que la liaba en una celebración familiar. En una boda, con una escopeta de balines, disparó al aire y acabó hiriendo a seis personas