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POLITICA

Fernando Simón, ‘in deep trouble’: Jupol se querella contra él por prevaricación

El mayor sindicato de la Policía Nacional, ha presentado una querella contra una decena de personas, entre las que están Fernando Simón; el delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco; y el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez. Así lo ha confirmado el diario EL MUNDO.

Desde Jupol se defiende que son responsables de un delito contra los trabajadores y de prevaricación, al no haber proporcionado el material de protección adecuado para proteger a los policías frente al coronavirus.

El escrito, que ya está registrado en los juzgados madrileños, también va dirigido a José Ángel González, director Adjunto Operativo, Francisco Pardo, director de la Policía Nacional y los subdirectores generales de Recursos Humanos y Logística.

En la querella, Jupol expone los diferentes avisos de la OMS sobre la peligrosidad de la pandemia y denuncia que la Policía Nacional no recibió el material adecuado para protegerse: «La antelación con la que podían haberse tomado medidas de prevención y contención del virus es obvia. Podría, y debía, haberse adquirido el material adecuado a estos efectos, en las cantidades necesarias, ya desde enero, fecha en la que los responsables de logística, como los demás miembros del Cuerpo de la Policía Nacional, conocieron de su necesidad para contener los contagios».

El sindicato denuncia que se evidencia «que la falta de actuación de los querellados no se refiere sólo a una imprevisión en la compra de materiales de prevención del contagio de COVID-19. La ausencia de cualquier tipo de medida organizativa, limitativa de movimientos entre provincias relativa a funcionarios sospechosos de estar contagiados, y debidamente comunicada al superior competente, expuso a los agentes implicados en las comunicaciones transcritas, a sus familias y a sus compañeros de Madrid, a un altísimo e inadmisible riesgo de contagio».

Además, también se denuncia que los actos multitudinarios, como las manifestaciones del 8-M, no debieron permitirse: «Todas las autoridades conocían la existencia de razones convincentes, imperativas y científicas, que no sólo desaconsejaban, sino que exigían, a las autoridades actuar en la contención de la propagación del virus».

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