La niña repelente Greta Thunberg es una tapadera que oculta un multimillonario negocio a cuenta del cambio climático
The Times cuenta con un demoledor artículo sobre los vínculos entre Greta Thunberg y diversos grupos de poder empresarial y medioambiental. Firmado por Justin Rowlatt, corresponsal de la BBC para asuntos climáticos, el texto pone en tela de juicio la supuesta espontaneidad de las protestas que comanda Thunberg y vincula el activismo de la niña sueca con los intereses de distintas organizaciones, según publica “Libre Comercio”.
«El auge de Greta Thunberg parte, a priori, del enfado de una niña sueca de dieciséis años que insiste en exigir a los políticos que tomen medidas contra la emergencia climática que enfrenta el Planeta […]. Pero el fenómeno protagonizado por Greta también involucra al lobby de la energía verde, a profesionales de la publicidad y las relaciones públicas, a determinadas élites del movimiento ecologista y al think tank de un exministro socialdemócrata sueco que financian algunas de las principales empresas energéticas del país», arranca el artículo.
«Las empresas que apoyan esta campaña están frotándose las manos ante la bonanza de contratos públicos que puede abrirse de la mano de las políticas verdes defendidas por Thunberg ante los gobiernos de Occidente. Sea o no consciente de ello, esta niña es la punta de lanza de una estrategia de presión que busca generar unos réditos empresariales concretos», explica The Times.
Rentzhog, el ‘padrino’
«Ingmar Rentzhog es el fundador de We Don’t Have Time, la plataforma que ha popularizado las distintas acciones de protesta de Greta a través de redes sociales y otros canales de comunicación.
Preguntado por The Times, Rentzhog reconoce que conoció a Malena, madre de Greta y cantante de ópera, unos tres o cuatro meses antes de que todo empezase. De hecho, también admite que la huelga que protagonizó la niña sueca en su colegio y que la catapultó a la fama fue coordinada al menos una semana antes, puesto que Rentzhog fue informado de lo que iba a pasar previamente a través de un correo electrónico de otro activista climático, Bo Thoren», señala Rowlatt.
«La periodista Rebecca Weidmo Uvell ha estudiado esta correspondencia y ha constatado que Thoren, líder de un movimiento contra los combustibles fósiles, llevaba tiempo buscando caras frescas para sus campañas verdes. En febrero de 2018, por ejemplo, defendió la necesidad de involucrar a la gente joven y lograr que su participación acelere la transición a una sociedad más sostenible. En mayo de 2018, Thunberg fue galardonada por un periódico por un artículo de corte ecologista y Thoren se puso en contacto con ella y con otros niños que participaron en aquel concurso de escritura. Fue él quien les propuso una huelga escolar, inspirándose en lo que ocurrió en una escuela de Parkland, Florida, tras un tiroteo que acabó con la vida de distintos alumnos», subraya el diario británico.
«La madre de Greta reconoció que nadie más quiso secundar la huelga, de modo que su hija se quedó sola, pero se mantuvo firme. Todo estaba coordinado, puesto que esa misma semana salía a la venta un libro de sus propios padres en el que los progenitores de Greta afirman que trabajar por el Planeta les ayudó a salvar su familia. El editor de la obra, Jonas Axelsson, reconoce que los periodistas les preguntaron de inmediato si la huelga era un acto publicitario del libro», apunta el corresponsal de la BBC para asuntos climáticos.
«Rentzhog, responsable de popularizar a Thunberg, no es un activista de baja estofa. Ha pasado por la organización medioambiental de Al Gore, el Climate Reality Project. Tanto él como su socio, David Olson, han pasado por fondos y empresas financieras como Laika Consulting o Svenska Bostadsfonden.
Entre los inversores que han trabajado con Rentzhog y Olson está Gustav Stenbeck, una de las mayores fortunas de Suecia. Ahora, en su rol de activista, Rentzhog dirige Global Utmaning, un think tank vinculado con la acaudalada exministra socialdemócrata Kristina Persson, quien heredó una gran fortuna y se lanzó después a la política de izquierdas», detalla el autor de la investigación.
«La organización de Rentzhog cuenta también con la colaboración activa de Anders Wijkman, expresidente del Club de Roma, Petter Skogar, dirigente de una de las principales organizaciones empresariales de Suecia, Catharina Nystedt Ringborg, un directivo con una dilatada carrera en el sector de la energía… Ese es el tipo de gente con el que Thunberg ha desarrollado su carrera», concluye Rowlatt.
El padre y el jefe de prensa
«El padre de Thunberg, Svante, es actor, pero ha optado por retirarse de los escenarios y dedicarse a ser el manager de su hija Greta. Aunque The Times intentó hablar con él sobre todas estas cuestiones, se ha negado a responder a las preguntas que le fueron remitidas por correo electrónico y también ha cerrado las puertas a la posibilidad de ofrecer una entrevista sobre estas cuestiones. En su respuesta, Svante se limitó a afirmar que su hija es independiente y camina al margen de cualquier organización o grupo de poder».
«Parte del trabajo de Greta se está canalizando a través de Daniel Donner, que ejerce como jefe de prensa de la niña. Donner trabaja en la oficina de un lobby con sede en Bruselas conocido como European Climate Foundation», financiado por importantes grupos empresariales y financieros, concluye también el artículo de investigación, que amplía la información adelantada en su día por la revista Standpoint y arroja nuevas sombras en torno a la campaña de activismo climático que lidera la joven Thunberg.
(Libre Mercado)