Si hace cinco días informamos a cerca de un suceso en la que un individuo se coló en un ambulatorio para destrozar tests PCR e ir lanzándolos por las calles de Sodupe, hoy lo haremos sobre un cado similar pero que ha ocurrido bastante lejos. De hecho, hay que cruzar el charco. Y en vez de pruebas de antígenos o PCRs, se trata de las también polémicas vacunas.

Resulta que un trabajador sanitario del hospital Advocate Aurora de Grafton, Wisconsin ha destrozado e inutilizado 570 dosis de la vacuna de Moderna contra el virus chino, tal y como han informado varios medios locales y nacionales del país presidido por Donald Trump.

“Estamos decepcionados con que las acciones de un individuo hayan hecho que 570 pacientes hayan visto retrasado su tratamiento contra la COVID-19”, explica el centro hospitalario.

Tal y como indica el propio escrito, varios trabajadores del hospital encontraron 57 viales (cada uno de los viales contenía 10 dosis) de la vacuna fuera de la nevera donde debían estar. 

Entonces, el hospital puso en marcha una investigación interna que finalizó con el descubrimiento de un culpable que reconoció haber sacado las vacunas del refrigerador de forma intencionada. Su actuación, que le costó el despido, “fue puesta en manos de las autoridades”.

Redacción de euskalnews.com