Los CDC reconocen que la vacuna de Johnson & Johnson también causa coágulos sanguíneos
Resulta que el pasado miércoles los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) reconocieron que habían encontrado más casos de coágulos sanguíneos potencialmente mortales entre las personas que recibieron la vacuna de Johnson & Johnson y que hay una “asociación causal plausible”.
Según adelanta Reuters, los CDC añaden que los coágulos son similares a los que se están observando tras la administración de la vacuna de AstraZeneca en Europa. Tal y como adelantamos en este medio, estos efectos no son exclusivos en las vacunas basadas en adenovirus.
Los CDC han identificado 28 casos de trombosis entre las personas que habían recibido la vacuna de Johnson & Johnson, sobre todo entre mujeres. Las trombosis son consecuencia de la formación de coágulos sanguíneos acompañados de un bajo nivel de plaquetas, las células de la sangre que la ayudan a coagularse. Hasta ahora, tres de los 28 vacunados han muerto. Anteriormente, hasta el 25 de abril, los CDC habían informado de 17 casos de formación de coágulos.
El 23 de abril el Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP), que asesora a los CDC recomendó que Estados Unidos levantara la suspensión de 10 días impuesta a las vacunas de Johnson & Johnson para revisar los datos de seguridad sobre el problema de la coagulación.
Las vacunas de AstraZeneca y Johnson & Johnson se basan en una nueva tecnología que utiliza adenovirus modificados, a los que consideran causantes del resfriado común. Los virus se utilizan para cambiar el genoma de las células a fin de que sean capaces de fabricar proteínas específicas del coronavirus, lo que prepara al sistema inmunitario para fabricar anticuerpos que combatan el virus real.
Los científicos intentan explicar el mecanismo que explique los coágulos de la sangre. Una de las principales hipótesis parece ser que las vacunas desencadenan una rara respuesta inmunitaria que podría estar relacionada con estos vectores virales. El síndrome no parece estar asociado a ninguna de las vacunas contra el coronavirus producidas por Pfizer y Moderna.
La mayoría de los trombos se produjeron entre mujeres de 18 a 49 años, según los CDC, con tasas de 12,4 casos por millón entre las mujeres de 30 a 39 años y de 9,4 casos por millón entre las de 40 a 49 años. Sólo seis de los eventos de coagulación identificados fueron en hombres. Los síntomas suelen aparecer varios días después de la vacunación y hasta dos semanas después.
La doctora Sarah Long, miembro del ACIP, dijo que estaba muy preocupada por la decisión de los CDC de no restringir la aplicación de la vacuna de Johnson & Johnson. Las mujeres más jóvenes deberían ser informadas de los riesgos y dar su consentimiento antes de recibir la vacuna, añadió.
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