Más de diez mil personas salieron a las calles este domingo para protestar un acuerdo entre el gobierno húngaro con Beijing para construir una universidad en un lote de tierras en Budapest que estaban destinadas para construir residencias para estudiantes húngaros de bajos ingresos, según informa BLes. El acuerdo entre el gobierno de Viktor Orban y el régimen comunista chino que se firmó en abril de este año les costaría 1.8 mil millones de dólares a los contribuyentes húngaros y se construiría con mano de obra y materiales chinos. La universidad de Fudan con su sede central en Shanghai sería la primera universidad china en Europa.

Hungría además es el primer país europeo en firmar un acuerdo de cooperación intergubernamental con China sobre la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI), el ostentoso proyecto de infraestructura chino con el que Beijing intenta expandir su influencia globalmente. El proyecto sería construido en un terreno de 500.000 metros cuadrados y terminado recién en 2024. Grupos de estudiantes que tomaron las calles para oponerse al acuerdo con el Partido Comunista Chino, reniegan del acuerdo porque dicen que ese terreno estaba destinado supuestamente para construir residencias para estudiantes húngaros de bajos ingresos que vienen a la ciudad a estudiar desde las zonas rurales. Entre los lemas de los manifestantes este domingo se encontraban “apoya la educación húngara” y “¡No seremos una colonia china!”.

Una persona llevaba un cartel que parecía representar a Orban y al líder chino Xi Jinping como una pareja de novios (Orban es la novia): “No estoy de acuerdo con el fortalecimiento de la relación feudal de nuestro país con China”, dijo Patrik, un estudiante de 22 años que protestaba. Dijo que los fondos deberían utilizarse “para mejorar nuestras propias universidades en lugar de construir una china”.

Repuesta del gobierno

Según Breitbart, el jefe de Estado de Orban, Gergely Gulyas, dijo el domingo a un medio local: “Apoyamos la realización de un referéndum en Budapest para decidir si los habitantes quieren que la Universidad de Fudan esté aquí”. Gulyas explicó que además de acordar la construcción de la universidad de Fudan, no se han llevado a cabo planes ni se han dado pasos concretos de los que no se puedan retroceder.

“No queremos hacer algo ‘bueno’ en contra de la voluntad del pueblo, incluidos los residentes de Budapest. Por eso somos partidarios de que, una vez conocidas las condiciones de la inversión, los votantes de Budapest decidan si quieren una Universidad Fudan”, afirmó el jefe de estado.

Alto riesgo de espionaje

Funcionarios del gobierno de Orban dicen que la universidad de Fudan es una institución de clase mundial y la construcción fue pensada para el bien de la educación de los húngaros. No obstante, Szabolcs Panyi, un periodista del medio local publicó un reporte que denuncia que “la política de apertura al Este de Viktor Orbán ayudó a que la inteligencia china pusiera un pie en Hungría, convirtiendo al país en una zona de colisión entre China y EE. UU. Los espías chinos ya están rondando a los políticos húngaros”. Según, Panyi “cuanto mayor sea la huella china en Hungría, mayor será el riesgo de espionaje”.

El alcalde de Budapest se burla ingeniosamente del PCCh

Gergely Karacsony, alcalde liberal de Budapest, pidió al primer ministro Orban que cancelara el proyecto y recientemente anunció el cambio de nombre de las calles que rodean el terreno propuesto para construir la universidad china de Fudan.

Haciendo alusión a las innumerables violaciones a los derechos humanos del régimen comunista, el alcalde renombró las calles a “Liberen a Hong Kong”, “Dalai Lama” y “Uigures mártires”. En su discurso dado el domingo en la protesta, Karacsony habló en un podio con un peluche del oso Winnie the Pooh, un personaje de la TV prohibido en China por haber sido comparado con Xi Jinping.