• La opinión de Joseba B.
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Todo lo que estamos viviendo con esta Pandemia desde hace más de un año, a quien más y a quien menos le hace reflexionar acerca de ciertos detalles que va percibiendo y recientemente me cuestionaba acerca de la catadura moral de una Sociedad. Esto es, en base a que se puede calibrar el grado de rectitud y dignidad de la misma.

Pienso que el trato que se pueda dispensar tanto a los mayores como a los niños puede ser altamente esclarecedor al respecto. Sociedades como la japonesa guardan un inmenso respeto a sus mayores y hasta hace pocos años,en nuestro País se les respetaba y cuidaba.

La realidad hoy día es distinta, los abrazos han sido sustituidos por paneles en residencias y por aislamiento en los domicilios,el deber de auxilio  por los tratamientos paliativos y en definitiva el Amor ha sido suplantado por el Miedo y la Eutanasia.

Que paradójico es cuando menos,que aquellas autoridades políticas y sanitarias que denegaban por ejemplo interconsultas y omitían por tanto el deber de socorro,sean las mismas que clamen al Cielo para que nuestros abuelos sean los primeros en vacunarse. Y todo ello en muchos casos contra la voluntad de familiares e incluso del paciente mismo.

En cuanto a los niños, que hace más de un año,durante la desescalada por ejemplo, tuvieran que permanecer en casa mientras los perros salían con sus dueños,tiene mucho que decir acerca de una Sociedad y más concretamente de unos Padres amedrentados, timoratos y sin dignidad para defender a sus hijos de estas injusticias y tropelias que se han cometido y se siguen cometiendo hoy dia.

Lo verdaderamente inquietante es que la labor que se quiere realizar con los niños está tomando claramente el sesgo de un  adoctrinamiento moral y por tanto de una inversión de las escala de valores. Los niños son el Futuro y todas estas medidas ciientificistas van encaminadas a conducir a la infancia a que acepte y normalice una serie de cuestiones que són absolutamente aberrantes y que van en contra de la Ley natural ,de la cultura occidental y de todo atisbo de humanidad.