Tal y cómo adelanta El Diestro (noticia reproducida en euskalnews.com), quien siembra vientos recoge tempestades y eso es lo que le está pasando a uno de los personajes que más se está beneficiando de la situación que estamos viviendo en España con el virus, el doctor César Carballo. De ser casi un completo desconocido ha pasado a ser un personaje famoso gracias a una pandemia de la que es más que evidente que está sacando rédito económico.

De aparecer en el canal de YouTube de Iker Jiménez ha pasado a participar en casi todos los programas que han tratado del asunto, además de tratar de vendernos un producto labial para evitar contagios, convirtiéndose ahora en youtuber. El ansia de conseguir ingresos de este tipo no solo salta a la vista por eso, salta a la vista, también, por sus continuos cambios de discurso, ahora no me vacuno después sí, en función, evidentemente, a lo que las televisiones pretendían de él.

Pero por si eso fuera poco, ha cometido, también la osadía de prescribir y diagnosticar a personas que le pedían opinión médica por redes sociales, con el consiguiente riesgo que eso puede conllevar al no tratarse de un diagnóstico presencial.

Debido a todo esto, ya son muchas las personas que tienen perfectamente identificado al sujeto e incluso se ha llegado al extremo de crear una recogida de firmas para pedir al Ministerio de Sanidad y a los colegios de médicos que se le inhabilite y que se le impida ejercer la medicina. Si lo desean pueden acceder a esa petición a través de este enlace (para que os ahorréis comentarios estúpidos: sabemos que Change .org es una completa estafa, pero quien lanzó la campaña de recogida de firmas lo hizo en dicha plataforma y nosotros NO podemos hacer nada para cambiarlo).