Seguimos para bingo. La Ertzaintza sigue acosando a los jóvenes vascos a petición del Gobierno Vasco de un Urkullu que le ha cogido el gusto al totalitarismo covidiano, el cual no es otra cosa que fascismo puro y duro. De ahí que en este digital nos refiramos al pequeño Dictador de Ajuria Enea como Urkullusolini, el tirano de Alonsotegi. Sin embargo, en este tema, los principales culpables son los ertzainas y agentes de Policías Locales que no solo obedecen, sino que colaboran con gusto en esta campaña de acoso y derribo a la juventud. Eso sí, contra los delincuentes de verdad, ya sean jóvenes o mayores, no se atreven y huyen del lugar. Esta es la triste realidad en la Euskadi del 2021.

Usurbil

Comenzamos en Usurbil. Según el poco transparente Servicio de Prensa de la Ertzaintza, el mismo que, tal y cómo demostramos en este digital, miente de manera descarada e interesada para favorecer los intereses del cuerpo y perjudicar el de otros, la Ertzaintza ha propuesto esta madrugada para sanción a tres personas en la localidad de Usurbil por incumplir la norma sanitaria (esto directamente se lo inventan, ya que no existe nada que se llame “norma sanitaria”) y a otra por un delito de desobediencia tras negarse a identificarse (esto sí es cierto y es de lo que se aprovechan los ertzainas abonados al jetismo policial), después de la celebración de un botellón. Vaya delincuentes… en vez de armas blancas, kalimotxos. En vez de peleas y robos, música y bailes. Sí, son lo peor de lo peor… (Nótese la ironía).

Según el mismo poco transparente Servicio de Prensa de la Ertzaintza, los hechos se han iniciado hacia la cinco y media de esta madrugada en la localidad de Usurbil. A esa hora una patrulla de Protección Ciudadana de la Ertzaintza ha circulado por el Paseo de Gernika y un grupo compuesto por 12 ó 14 jóvenes ha arrojado botellas al citado vehículo policial, llegando a alcanzar a uno de los agentes ocupantes del mismo no resultando éste herido. Esto ya no se lo cree nadie, ni ellos mismos. Siempre es igual: llegan los agentes y… ¡Pamba! Supuestamente, vayan a dónde vayan, les llueven botellas. Lo sentimos, pero ya no os cree nadie. Ya demostramos como mentís de manera descarada.

Así pues, supuestamente, los componentes de otro recurso actuante han localizado a tres de ellos escondidos entre unos matorrales y tras identificarles les han propuesto para sanción por incumplir la actual normativa sanitaria (no dicen que es…). Así mismo, otro joven ha sido sancionado por un delito de desobediencia al negarse a identificarse cuando los ertzainas se lo han requerido. Todo esto no hay quien se lo crea. Cuando realmente unos agentes son recibidos a botellazo, si consiguen atrapar a alguno, le meten atentado a la autoridad como mínimo. Pero como minimísimo. Sin embargo, en este cado, nada de nada. Es que vamos… ya no se curran ni las mentiras.

Urretxu

Así mismo, a las dos y media de esta madrugada, la Ertzaintza ha tenido conocimiento de la celebración de un botellón en la calle Jauregi de Urretxu, gracias a la colaboración ciudadana, por lo que varios recursos han acudido de inmediato. Una vez en el lugar los ertzainas se han colocado los cascos antidisturbios porque les estaban arrojando botellas y no han llegado a intervenir porque los jóvenes se han ido dispersando al percatarse de la presencial policial y no han identificado ni sancionado a ninguno de los participantes. Nuevamente, cuando menos, poco creíble.