• La opinión de Andrés Pérez Carvajal
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Fulano de tal, presente!!!

Decimos muchas veces, “no se preocupen”. Yo personalmente lo digo, Por dos razones fundamentales. Una, Porque soy positivo por naturaleza (aunque les cueste creerlo). Y dos, porque creo profundamente, en que no hay nada de que preocuparse. Aunque que tenga la certeza que, muchas, por no decir todas las veces, nos da igual que nos lo digan. Pero, siempre será más beneficioso para él alma eso, que lo contrario. Yo al menos procuro hacerlo. De hecho, todo estará mejor que nunca. Al menos para las próximas generaciones. Pero, ¿que hay de nuestro presente? Eso es lo único que existe. También el futuro y el pasado si. En nuestras mentes. Y ambos, dependen única y exclusivamente de nuestro presente. Y nuestro presente, solo depende de nosotros. Si, y De Dios. Pero si no vivimos en el presente, nuestra conexión con Dios, es más que defectuosa. Por lo que, aveces escuchar “no te preocupes” se interpreta muy mal. Porque, o nos preocupamos más o, no nos preocupamos nada. Con lo que conllevan siempre viajar a los extremos.

Preocuparse sanamente también es una opción. Pero también podemos llamarle, reflexionar. ¿Sienten el poderío de las palabras? Pensamos en palabras. Y si pensar es un ejercicio avanzado de imaginación intelectual, usando una serie de datos e información, pues, según lo extenso y rico que sea mi vocabulario, pensaré más y mejor. Pero, ¿es suficiente? Para algunas cosa si. No para todo. Por lo que, también debemos pensar con nuestro corazón.

Entonces, cuando hacemos eso, la preocupación se convierte en reflexión. Pero, ¿es suficiente? Depende. ¿De que depende? De nuestras emociones. Al estar, en estricta relación con nuestro corazón y nuestro cerebro, pueden, de hecho lo son, un factor desequilibrante si no las identificamos y gestionamos correctamente. Y créanme, de muchas cosas soy muy ignorante, pero de esto se un montón.

Somos seres vivos maravillosos de una alta complejidad. Y es esa complejidad, la que nutre nuestras vidas cada día, convirtiéndonos en auténticos misterios divinos, con tendencias “malignas” o “benignas”. Según con qué ojos nos miremos. Lo que no podemos permitirnos, ni un solo día más, ser un misterio para nosotros mismos. De eso dependerá nuestro pasado y nuestro futuro. Porque el presente, es el momento en el que estas leyendo esto y, culmine la última frase, la última palabra, la última vocal o consonante de este texto. Entonces tú, si estabas prestando atención, sentirás mucha paz. Pero no será por lo que has leído, será porque estás aquí y ahora. En ese lugar fugaz, en el que se oculta ante nuestros sentidos, Dios.

Jesús es mi pastor. Mi redentor. La furia del presente. La furia del amor. Dios nos bendiga🙏🏻