Escrito por Fernando López-Mirones, biólogo y divulgador científico

SUBMARINISTAS, PILOTOS y ALPINISTAS, DEMASIADAS REPENTINITIS

Los colectivos de BUCEADORES de PILOTOS y algo menos los alpinistas extremos (y más si practican varias de esas actividades a la vez) deberían estar en pie de guerra porque las muertes por efectos adversos de estas falsas vacunas están siendo DEMOLEDORAS entre ellos. Estas actividades tanto si las practican profesionalmente como si lo hacen por afición o deporte implican fuertes cambios de presión en sus organismos y los hacen especialmente proclives a padecer problemas trombóticos, ictus e infartos. Lo grave de esto es que están pasando como ACCIDENTES casuales en lugar de ser hechas las autopsias para averiguar si la pérdida de conocimiento es o no anterior al ahogamiento o episodio cardiovascular posteriores.

Vacunarse y bucear, volar o subir a un siete mil son mala combinación, pero dado que no se ha hecho el perceptivo consentimiento informado, no se ha hecho la mínima supervisión médica a alguien que se quiere inocular, ni se ha advertido a buceadores, pilotos y escaladores de que en los ensayos clínicos de estas inyecciones NO HABÍA ninguno de ellos precisamente porque las farmacéuticas saben perfectamente que les hubieran alterado los resultados muy a la baja, están corriendo un riesgo extra sin ni siquiera saberlo.

Ni hablemos de un turista que viaje a Seychelles o Maldivas por ejemplo y al día siguiente de aterrizar o el anterior a regresar se dan una vuelta de buceo por sus paisajes submarinos. Esa conjunción puede ser letal y esto se debería estar informando entre estos colectivos, cuyos miembros van como si fueran uno más, ponen el brazo y participan en este experimento con tantas complicaciones circulatorias ya descritas y publicadas en las revistas científicas.

¿Es usted aficionado o profesional del submarinismo o de la aviación y ha notado en los últimos meses más muertes y episodios cardiovasculares entre sus compañeros y conocidos? Hago un llamamiento a estos colectivos para que a nivel mundial se muevan y exijan responsabilidades, autopsias y presenten denuncias.

Me consta que son dos colectivos muy luchadores, unidos y valientes. Hagan algo antes de que les pidan una dosis tras otra, sigan ocurriendo “accidentes” y les sigan diciendo que son “actividades peligrosas” y es “normal”. Eran igual de peligrosas hace un año, y dos y tres… pero hay más casos ahora. Amigos del mar y los cielos, luchen por sus vidas. Un aullido.