- La opinión de Elías González
- Si queréis que publiquemos vuestros artículos de opinión en euskalnews.com (tanto en castellano como en euskera), podéis enviarlos a info@euskalnews.com
“Es posible que a más de uno de ustedes, en los últimos tiempos, al visitar una exposición o asistir a un espectáculo, al ver una película, obra de teatro o programa de televisión, al leer un libro, revista o periódico le asaltase la impresión de que le estaban tomando el pelo, de que aquello no era ni arte, ni información, ni cultura en el más amplio sentido de la palabra: que aquello era un pasatiempo, una diversión banal. Entonces, si le ha ocurrido, entenderá muy bien a Mario Vargas Llosa, premiado con Nobel de Literatura, …el conjunto de la sociedad e influía en ella dándole un sentido a la vida y una razón de ser a la existencia que trascendía el mero hecho del bienestar material» (página 200). A entender cómo hemos llegado a esta «civilización del espectáculo», la propia de un mundo «donde el primer lugar en la tabla de valores vigente lo ocupa el entretenimiento, y donde divertirse, escapar del aburrimiento, es la pasión universal», dedica su último libro Vargas Llosa”.
Si además pensamos en el tiempo libre del que dispone la población para dedicarlo a pensar, cuestionar dogmas e investigar por si mismos su veracidad, nos daremos cuenta de que es inexistente, ya que el ser humano, vive relativamente poco y generalmente mal usa su tiempo en actividades absurdas según la moda del momento.
Por si esto fuera poco, los medios de comunicación intentan ocupar nuestro mínimo tiempo de ocio con fútbol a todas horas, telenovelas, concursos, debates enfocados a enfrentamientos sobre banalidades y con noticias desinformativas, alejadas de la realidad y repetitivas.
Todos somos conscientes de que el tiempo de exposición a la basura en medios de comunicación aumenta exponencialmente y a pesar de ello, seguimos consumiéndola. También la gente toma conciencia y se llena la boca conversando acerca del decreciente nivel de estudios, enseñándose cada vez más tarde lo que se considera básico e importante….”
No se puede ser y no ser algo al mismo tiempo y bajo el mismo aspecto.
Aristóteles (384 AC-322 AC) Filósofo griego.
El hombre emplea la hipocresía para engañarse a sí mismo, acaso más que para engañar a otros.
Jaime Luciano Balmes (1810-1848) Filósofo y sacerdote español.
Mateo 23:28 Santa Biblia
Así también vosotros, por fuera parecéis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía
La palabra griega que se traduce “hipócrita” (hy‧po‧kri‧tḗs) se refiere literalmente al “que responde”, y también a un comediante. Los actores griegos y romanos llevaban grandes máscaras con unos dispositivos mecánicos para amplificar la voz. Por eso, el término griego hy‧po‧kri‧tḗs llegó a emplearse en sentido metafórico y se aplicaba a alguien traidor o fingidor. La misma palabra aparece en la Septuaginta griega en Job 34:30; 36:13. Los hipócritas son “infieles” (compárese Lu 12:46 con Mt 24:51), y el término “hipocresía” (hy‧pó‧kri‧sis)también puede querer decir “iniquidad” y “astucia”. (Compárese con Mt 22:18; Mr 12:15; Lu 20:23; Gál 2:13, donde hy‧pó‧kri‧sis se traduce “simulación”.)
*…tal parece hoy por hoy abundan los comediantes” y claro No dan risa!!!”*
“NUESTROS ACTOS NOS DEFINEN”
