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OPINION

“Pandemia del coronavirus: ¿Pandemia de una Dictadura?” – Jon Ander Etxebarria

Escrito por Jon Ander Etxebarria, ex Decano del Colegio de Biólogos de Euskadi

PANDEMIA DEL CORONAVIRUS: ¿PANDEMIA DE UNA DICTADURA?

El libreto de esta pandemia se ha convertido en un relato propio de un sistema dictatorial en donde todas las medidas adoptadas han sido políticas utilizando supuestamente a la ciencia como excusa para restringir nuestros derechos y libertades individuales y colectivos. En ciencia lo que realmente se necesita es plantearse dudas razonables, y, en el caso de esta pandemia no ha existido duda razonable alguna ya que las bases científicas que se han utilizado han sido todo menos verdaderamente científicas y con esa falsa ciencia se nos ha llevado a la sociedad, por una parte, a imbuirla en el miedo, el cual era necesario con el fin de poder imponer sus medidas restrictivas y, por otra parte, a aquellos en los que no ha tenido efecto ese miedo, a implantar como solución a la crisis vírica unas medidas totalmente acientíficas y, si políticas, como son el chantaje, la coerción y la sanción, en definitiva la restricción de nuestros derechos y libertades al más puro estilo de tiempos pasados muy oscuros.

Pero una vez pasado gran parte del relato de esta pandemia podemos observar como el mismo, aunque se haya basado en decisiones políticas, éstas han adolecido de una base política definida y únicamente se ha impuesto a la sociedad mediante la utilización de las medidas de fuerza, que, por cierto, tanto a los profesionales de la seguridad (ertzaintza, udaltzaingoa) como a aquellos ciudadanos que se han erigido en policías de nuevo cuño y, que han descubierto con esta pandemia que se habían equivocado de profesión, les ha dejado en una total evidencia ya que como sabemos según se ha declarado por parte del constitucional los dos estados de alarma han sido ilegales, y, yo me pregunto, ¿reflexionarán los profesionales de la seguridad sobre su actuación quedando ésta en el más absoluto ridículo ya que en las diferentes olas se han dado destacado por actuar más como una policía militar que civil, donde siempre se justificaban diciendo que ellos cumplían órdenes. Sres de las fuerzas de seguridad, los soldados alemanes también cumplían ordenes de los nazis y durante la dictadura franquista era precisamente ese lema el utilizado por las fuerzas policiales del estado. Quizá lo ocurrido pueda servir de reflexión para tener unas fuerzas de seguridad de índole civil más que militar.

En peor lugar quedan los ciudadanos que han hecho de policías “de balcón”, con esa ansia de haberse equivocado de profesión, ya que a ellos ni tan siquiera les sirve la escala jerárquica no valiéndoles el lema de “cumplo órdenes”, y, en cambio, debido al miedo que han imbuido a la sociedad a través de los medios de comunicación, han sido capaces de ser correa de transmisión de una metodología desde todo punto propia de sociedades no democráticas.

La realidad es que para llevar adelante este libreto como en cualquier obra de teatro se necesitan unos actores, siendo los primeros los profesionales sanitarios y científicos, salvo excepciones, que en esta pandemia nos han demostrado claramente que su conocimiento de la ciencia ha dejado mucho que desear y, lo que es peor, que nos han demostrado que han tenido miedo a la enfermedad cuando su profesión es precisamente enfrentarse a ella, y, me pregunto, ¿cuánta parte de culpa tendrá en esta actitud llevada a cabo por los profesionales sanitarios, los conflictos de interés?. Quizá lo ocurrido pueda servir de reflexión para dar un cambio brusco de la medicina actual y dejar de una vez por todas de estar hipotecada a las multinacionales farmacéuticas.

Otro actor de este relato han sido los profesionales de la enseñanza, los cuales, salvo excepciones han llevado a cabo un proceder con los pequeñ@s propio de un país que igualmente nos recuerda a la época más gris de nuestra historia franquista donde en los patios de los colegios se tenían que poner los alumnos en hilera y oyendo cánticos propios del más puro estilo fascista. Quizá lo ocurrido pueda servir de reflexión para tener una profesión enseñante en el que tuviesen como primer elemento de su ideario no solo el respeto a todas las libertades sin también la inculcación del pensamiento crítico en sus alumn@s.

Otro actor esencial del libreto han sido los medios de comunicación de todo el espectro ideológico donde desde un inicio sacaron los tanques a la calle con el fin de disparar a la población el virus del miedo de forma que han conseguido a lo largo de esta pandemia que ésta sea más neuronal que respiratoria. Quizá lo ocurrido pueda servir de reflexión para tener unos medios de comunicación independientes sin utilizar métodos inquisitoriales para que los ciudadan@s sean libres para poder expresar todas las ideas de cualquier tipo, pero para ello lo primero y esencial, es ser independientes del poder político y económico porque si no se da esta circunstancia no dejan de ser la voz de su amo llegando a decirnos noticias que en muchos casos no tienen el mínimo sentido común.

Un nuevo actor han sido los partidos políticos que se han posicionado con una total falta de espíritu crítico sobre las medidas llevadas a cabo durante la pandemia no defendiendo lo que son los derechos y libertades individuales y, hasta, en algunos casos siendo de una mayor dureza que los gobernantes, no siendo capaces de escuchar a las sensibilidades de los ciudadanos que tenían dudas razonables y en definitiva eran críticos con lo que se estaba llevando a cabo con la pandemia tanto desde un punto de vista científico como de respeto a los derechos y libertades individuales y colectivos.

Estos partidos políticos han sido incapaces de ponerse de frente a una pandemia donde su principal elemento para contrarrestarla ha sido la imposición, la coerción, la sanción, el chantaje, mascarillas en niñ@s, vacunación pseudo-obligatoria etc, es decir, elementos propios de lo que no debe ser una sociedad democrática donde siempre deben de prevalecer los derechos de las personas, y me pregunto, ¿cómo es posible que partidos políticos con ideologías totalmente contrapuestas hayan coincidido en llevar a término una misma actuación?, ¿dónde han quedado las diferencias ideológicas que se supone que algunos partidos tienen que tener de una forma diferenciada respecto a los derechos y libertades individuales y colectivos?, ¿en el caso de Euskal Herrria donde ha quedado el ejercicio de la soberanía?, ¿es ser más restrictivo y con peores datos que el resto del estado el ser soberanos?, ¿no hubiésemos tenido la oportunidad de serlo con medidas más flexibles y sobre todo de respeto absoluto a las libertades como nos lo han demostrado países del norte de Europa sin esa persecución coercitiva para que la gente se vacune?. Quizá lo ocurrido pueda servir de reflexión para tener unos partidos políticos en donde por delante de su ideología como primera premisa se respeten, y, de manera innegociable, las libertades individuales y colectivas, pero para ello, creo que ha llegado el momento de acabar con el hecho actual de vivir de la política.

Finalmente tenemos al actor principal los gobiernos que con su actuación nos han ido demostrando su incompetencia y su poco nivel como tales políticos. Unos políticos que ya como primera puesta de escena a nivel del estado español, con la presencia de los militares nos vienen a decir que lo que tenemos que combatir es más propio de una guerra bélica que de una crisis sanitaria.

Estos gobernantes tanto a nivel estatal como autonómico lo que han llevado a cabo es un libreto con una total falta de sensibilidad hacia los ciudadan@s y, lo más grave con una falta absoluta de los principios democráticos de un estado como así se ha podido comprobar al no ser legales los dos estados de alarma.

En el caso del Gobierno Vasco el despropósito es mayúsculo ya que el Sr. Urkullu nos dice que no está de acuerdo con el Constitucional por no respetar la coosoberanía. Sr. Urkullu ¿es que lo que Vds. han hecho considera que es ser coosoberano?, ¿es que me puede decir si las prórrogas del estado de alarma se han basado en elementos realmente científicos, y teniendo en cuenta el respeto a la libertad, y no en el mercadeo político al que nos tienen acostumbrados en Madrid, mercadeo al que por cierto se ha unido la principal fuerza de la oposición del Parlamento Vasco?.

En Euskadi la restricción de los derechos y libertades individuales y colectivos ha sido el denominador común en todas las medidas llevadas a cabo por su gobierno, medidas que además han caído, por querer diferenciarse con el resto del estado, en la insustancialidad, como la cicatería sobre la utilización de las mascarillas (mientras se bebe y no se bebe), los aforos de la hostelería (de pie en barra no se puede pero sentado en la misma barra si), los aforos en espectáculos y deporte ( no se puede comer ni beber sentado pero si en los pasillos de San Mamés), el cierre del ocio nocturno el cual ha generado más un problema que solución con el tema de los botellones, etc., pero lo peor de sus medidas han sido aquellas que atañen directamente a la restricción de la libertad como son la obligación de la mascarilla en pequeñ@s hasta que no se vacunen, el cierre de lonjas de jóvenes hasta que no se alcance un determinado porcentaje de vacunación, la continua utilización del número de test de PCR a voluntad para crear olas porque tenían que enmascarar las hopitalizaciones y ucis de la epidemia de gripe estacional y en las últimas olas enmascarar los positivos que estaban generando los propios vacunados, el realizar justo más test en las franjas de edad que justamente se les llamaba a vacunar, el no reconocer que con la vacuna se han generado efectos adversos y en algunos casos graves, el decir como nos dijo el otro día, con total falta de rigor y siguiendo el libreto de esta obra, el medio de comunicación escrito más importante de Euskadi, que gracias a los sueros ahora tenemos una incidencia cercana a 90 frente a 700 del año pasado sin decir que el nº de test realizados este octubre 2021 frente al de 2020 es de un 64% menor, y para relato final diciéndonos la Sra. Gotzone Sagardui que la vacuna no es obligatoria, pues Sra. Gotzone Sagardui si hubiese sido obligatoria con el proceder que han tenido durante este verano – otoño, como se suele decir en el argot clásico “que Dios nos pille confesados”.

Todo este proceder de su gobierno, con el consentimiento de los partidos políticos de la oposición, ha sido un total esperpento siendo algo más propio de un país dictatorial más que democrático, y, ello nos lleva a que el pueblo vasco debe despertar y asumir la defensa de sus derechos ya que es lo más esencial que tenemos.

Un pueblo puede ser encarcelado, confinado, chantajeado, restringido en su derecho, lo que jamás podrán hacer a un pueblo es encarcelar su pensamiento.

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Harry Haller
2 años

Boom!
Fotofinish de la orquesta política e incompetente vasca.
Necesitamos alternativa política a estos satrapas.

Jose
Jose
2 años

Los medios nunca serán libres, comprarán otros nuevos, y el pensamiento de la gran mayoría se autoencarcela

eduardo
eduardo
2 años

Gracias Jon Ander y enhorabuena por tus trabajos y comentarios, dando la cara e intentando defender a la población de los abusos de los caciques de siempre y de los nuevos. En cuanto a la ciencia (sí, con minúsculas) le ocurre igual que al periodismo; uno escribe para quien paga la tinta y la otra para quien paga las probetas.

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