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OPINION

“Chinese Style” – Teresita Ávila

  • Escrito por Teresita Ávila
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Chinese Style”

Todo aquel año, los animales trabajaron como esclavos. Pero eran felices en su tarea; no escatimaron esfuerzo o sacrificio, pues bien sabían que todo lo que ellos hacían era para su propio beneficio y para los de su misma especie que vendrían después, y no para unos cuantos seres humanos rapaces y haraganes.

Durante toda la primavera y el verano trabajaron sesenta horas por semana, y en agosto Napoleón anunció que también tendrían que trabajar los domingos por la tarde. Ese trabajo era estrictamente voluntario, pero el animal que no concurriera vería reducida su ración a la mitad. Aun así, fue necesario dejar varias tareas sin hacer. La cosecha fue algo menos abundante que el año anterior, y dos parcelas que debían haberse sembrado con nabos, a principios del verano, no lo fueron porque no se terminaron de arar a tiempo. Era fácil prever que el invierno siguiente sería duro.

George Orwell, Rebelión en la granja.

El término globo sonda se aplica al método de propaganda social, política, que consiste en el lanzamiento con la suficiente distancia -a fin de no ser evidente- de aquellas cuestiones espinosas que interesa sean asimiladas, digeridas, para no generar rechazo ni reacciones violentas. El 3 de enero de 2018, el artículo de Carlos Manuel Sánchez titulado “¿Es usted un ciudadano AAA o un ciudadano ´bono basura´?” en XLSemanal nos acercaba a la realidad de la ciudad china de Rongcheng en la que, por obra y gracia del big data, es posible segregar a los ciudadanos al nivel ínfimo que representa la categoría D -los nuevos parias- de los ciudadanos modélicos “triple A”. Partiendo de un mismo saldo inicial de 1000 puntos, es posible ascender hasta el máximo de 1300 para los elegidos o descender por debajo de los 600, en cuyo caso puede afectar a la vida cotidiana (pago de servicios, acceso a oposiciones, viajes, obtención de una plaza para la universidad de los hijos, etc.). Quienes se vean en esa tesitura deberán realizar servicios comunitarios para ver restaurados sus derechos.

Aparentemente, la sociedad ha aceptado el control en su propio beneficio: reducción de conflictos, mayor compromiso personal y con el entorno. Pero ¿a qué precio?… El mínimo desliz puede suponer un tropiezo, una mancha que permanecerá en el historial y se dará a conocer. No es lo mismo verse elevado a la categoría de ciudadano ejemplar que tener que soportar la exposición pública, aunque sea de una forma transitoria. La técnica al servicio del aparato estatal -gafas de reconocimiento facial, internet- permite el seguimiento en tiempo real de la actividad humana. Cualquier conato de disidencia puede ser rápidamente reprimido, sin poder reaccionar, dada la inexistencia de garantías legales.

Oficialmente, la inauguración del sistema de crédito social chino se produjo en 2018, tal como recoge Andrea G. Rodríguez en su artículo “El sistema de crédito social chino”. Este medio le ha servido a Xi Xinping como forma de validar la censura y la represión que ya se ejercía con una apariencia de pacificación y modernidad del gigante asiático. Amparados en la milenaria tradición del “Mandato del cielo”, los dirigentes chinos han sido promovidos o removidos de sus cargos: “[…] el Mandato del Cielo sirvió desde un principio como teoría política para legitimar el poder; para imponer mando y causar la veneración popular. También para crear un sano mecanismo de evaluación y reemplazo de eventuales malos gobiernos. Sin embargo, no siempre la teoría del Mandato del Cielo operó como correcta doctrina de salud política. Muchas veces se prestó para las más burdas, y hasta crueles manipulaciones. Fue en ocasiones utilizada por caudillos que lograron aprovecharse de las crisis y los desastres para instalar nuevos gobiernos. De ese modo, llegaron a las más altas magistraturas no sólo príncipes con adecuada preparación, sino plebeyos y hasta bárbaros. Nuevamente, en la larga Historia de China, los ejemplos para cada caso abundan”.1

Resulta sumamente interesante la estrategia de China que le ha permitido escalar posiciones en el ámbito internacional, sirviéndose del concepto denominado “poder blando”, que el académico de la Universidad de Harvard Joseph S. Nye Jr. Acuñó en 1990. Es el medio por el cual un país consigue que otros países “quieran lo que quieren”. “Nye sostiene que los estados exitosos necesitan tanto poder duro como blando: la capacidad de coaccionar a otros, así como la capacidad de moldear sus actitudes y preferencias a largo plazo”. La inversión china para rentabilizar esta apuesta ha sido alta y evidentemente fructífera. El expresidente chino Hu Jintao habló en el XVII Congreso Nacional del Partido Comunista de China en 2007 sobre ello: “El gran rejuvenecimiento de la nación china definitivamente irá acompañado del florecimiento de la cultura china”.2 El liderazgo del país se vincula a un desarrollo armonioso que evite en Occidente la contemplación de China como una amenaza. Y su sucesor, Xi Xinping, añadió lo siguiente en 2014: “Debemos aumentar el poder blando de China, dar una buena narrativa china y comunicar mejor el mensaje de China al mundo”.3

Se especula que la inversión realizada por China hacia su campaña de poder blando probablemente sea muy alta, miles de millones de dólares. El sinólogo estadounidense David Shambaugh de la Universidad George Washington dice que China gasta aproximadamente $ 10 mil millones al año.4

Y ahora vamos a dejar la parte amable y ver qué hay en la otra cara de la luna. “Lanzado por el gobierno en 2012, promete “hacer que las personas confiables se beneficien en todas partes y que las personas no confiables se restrinjan en todas partes” para cuando se implemente por completo en 2020.”5 El artículo del que extraigo la cita narra la amarga experiencia del abogado Li Xiaolin, que se vio incluido en una lista negra debido al incumplimiento de una orden judicial (dos años antes, se había encargado de la defensa de un hombre acusado de violación. Envió copia de la declaración de la defensa a la familia de su cliente. Trascendió y ofendió a la víctima. Obligado a disculparse ante el tribunal, lo hizo en 2015. Pero de nada le sirvió, se vio en la lista negra dado que la corte de Beijing calificó su disculpa de “insincera”). Y esto no solo atañe a los particulares sino a grupos étnicos enteros, como sucede con los uigures, una minoría étnica de unos diez millones de personas que habitan en la región de Xinjiang -oficialmente Región Autónoma Uigur de Xinjiang, incorporada a la República Popular de China en 1949, que contaba inicialmente con un 80% de la población de etnia uigur pero que, con la llegada masiva de colonos de la etnia han, se ha reducido a un 45%-. Pekín contempla a dicha minoría como un factor que “distorsiona” la pretendida “sociedad armónica” que sueña construir.6

La avanzada tecnología que se ha puesto en funcionamiento en la provincia más occidental de China permite rastrear en tiempo real el tráfico de datos (compras, movimientos bancarios, de salud y el perfil genético de cada persona registrada en Xinkiang). El estado de vigilancia se traslada, asimismo, a todos los niveles con un sistema copiado de la Alemania comunista: los vecinos se espían unos a otros. Hay controladores que vigilan lo que sucede en los bloques de viviendas y que también deben rendir cuentas. “Cuanto mejor le fuese a la gente, más segura sería la provincia, esa era la idea. Ya nadie cree en eso. La economía sigue creciendo, pero ahora la prioridad es la represión”.7 La manera en que los uigures se refieren a alguien que ha sido detenido -internado en un campo de reeducación- se menciona con la expresión “Qu xuei”, “irse a estudiar”. Meses sin saber nada de ellos. Puede que desaparecidos. Sin juicio previo, son llevados a esos lugares donde reciben cursos de patriotismo.

El sometimiento extremo al que se ha llevado a la etnia uigur llega a tal nivel que se ven obligados a aceptar “voluntariamente” trabajos que se pueden calificar sin ambages como forzosos, dentro del programa denominado por la República Popular China “transferencia de mano de obra”. Más de 2,6 millones de trabajadores en la región, según un informe de la propia RPC, han sido llevados a fábricas y granjas para trabajar y así contribuir a erradicar la pobreza. Está bien documentada la actividad laboral a la que se ven obligados, sin ninguna opción, en la fabricación de paneles solares. “En los últimos diez años (y en particular los últimos tres o cuatro) han experimentado un crecimiento significativo en la fabricación de lingotes y obleas de polisilicio en la región de Uigur. Para 2020, cuatro de los seis productores de polisilicio de mayor capacidad eran empresas con importantes bases de fabricación en Xinjiang: Daqo New Energy Corp, GCL-Poly, TBEA / Xinte y East Hope. Los cuatro utilizan transferencias de mano de obra patrocinadas por el estado, cuyos productos finales se venden en el mercado internacional de módulos solares”.8

Varias preguntas formuladas en el Parlamento Europeo dejan constancia del evidente maltrato, discriminación y coerción al pueblo uigur. Dejo las referencias, en primer lugar, del caso de Rebiya Kadeer en el Turkestán Oriental, defensora de los derechos de las mujeres en China y fundadora del “Movimiento de las mil madres”, que fue sometida a acoso policial y a la que se limitó su libertad de movimientos.9 Fuera de China, en Alemania, los servicios secretos chinos han realizado operaciones contra los disidentes uigures residentes en este país.10 Y más recientemente, en 201811 y 201912 se preguntó y se volvió a preguntar -por la falta de respuesta- sobre las detenciones arbitrarias en la región de Xinjiang que afectan a un millón de uigures conducidos a campos de adoctrinamiento o reeducación chinos.

Estrasburgo (Francia) /(EuroEFE). -El Parlamento Europeo (PE) instó este jueves al Gobierno de Pekín que cierre los «campos de reeducación» para uigures en Xinjiang, al noroeste de China, en los que se han detectado prácticas de tortura, vigilancia digital y detenciones arbitrarias sin cargo alguno.”

“La Eurocámara condenó en una resolución que cientos de miles de uigures y étnicos kazajos, minorías principalmente musulmanas, han sido enviados a «campamentos de reeducación» políticos en los que están sujetos a torturas, restricciones atroces en la práctica religiosa y vigilancia predictiva.”13

Ahora reflexionemos un momento. Quizá algunos consideren que nos encontramos a salvo de las desgracias anteriormente reseñadas. Pero, tal vez otros muchos comprendan que la situación actual discurre por caminos inciertos, con métodos bastante sospechosos como el intento de imponer en Europa el llamado “Green pass” -supuestamente en nuestro beneficio-. Copiado de China, incluye datos del usuario relativos a su salud y a mucha más información, en tiempo real, a través de un código QR. ¿Este es el modelo que deseamos para nuestras naciones, que afectará a nuestras familias, a nuestros hijos y a su futuro? ¿Qué significa realmente la implementación de estos pasaportes? ¿No consisten, acaso, en la aceptación de las limitaciones, restricciones, de lo que fue la vida normal sin ellos? ¿A quiénes benefician? ¿Podría ejercerse con libertad la crítica al poder, sin peligro? ¿No supondrían, de facto, un blindaje para este poder?

Puede que hayan visto el primer capítulo de la tercera temporada de la serie Black Mirror titulado “Nosedive”. Trataba sobre el impacto que el puntaje obtenido en las redes sociales podría tener en la vida real: la obtención de beneficios o su pérdida -según el comportamiento y la valoración ajena-. El resultado es una sociedad deshumanizada, en perenne impostura, hipócrita, censora de nimiedades y sometida a sí misma a un escrutinio asfixiante. No deberíamos deslizarnos por esa pendiente tan peligrosa.

Teresita Ávila

1 Sergio M. Carrasco Álvarez, “China y el Mandato del Cielo”. CHIWR, Nº 35, del 12 al 25 de agosto, 2009.

https://repositorio.uchile.cl/bitstream/handle/2250/122837/carrasco001.pdf?sequence=1

2 https://www.cfr.org/backgrounder/chinas-big-bet-soft-power#chapter-title-0-2

3 Íbid.

4 https://www.cfr.org/backgrounder/chinas-big-bet-soft-power#chapter-title-0-2

5 https://www.hrw.org/news/2017/12/12/chinas-chilling-social-credit-blacklist

6 https://www.xlsemanal.com/conocer/sociedad/20180822/videovigilancia-china-control-poblacion.html

7 Íbid.

8 https://elperiodicodelaenergia.com/china-explota-a-miles-de-personas-de-la-etnia-musulman-uigur-para-fabricar-paneles-solares/

9 https://www.europarl.europa.eu/doceo/document/E-5-2002-2067_ES.html?redirect

10 https://www.europarl.europa.eu/doceo/document/E-5-2004-1049_ES.html?redirect

11 https://www.europarl.europa.eu/doceo/document/E-8-2018-004540_ES.html

12 https://www.europarl.europa.eu/doceo/document/E-8-2019-000162_ES.html

13 https://euroefe.euractiv.es/section/china/news/el-parlamento-europeo-insta-a-china-a-cerrar-los-campos-de-concentracion-en-xinjiang/

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John Henry Kurtz
John Henry Kurtz
2 años

La dictadura, aquí y ahora. La tecnología ha permitido al comunismo globalista refinar y afinar los métodos de separación de los ciudadanos entre buenos y malos… el sueño del nazismo hecho realidad.

Un artículo oportuno y más necesario que nunca

Teresita
Teresita
2 años

Muchas gracias.

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