LA DICTADURA DEL NUEVO ORDEN MUNDIAL

Ante el anuncio de una presunta nueva cepa viral y una nueva crisis que supuestamente asola a Europa, y llegaría luego a Norte y Sur América, es oportuno advertir lo siguiente:

Los organismos como la OMS, OPS, la FDA, la EMA y otros ligados a las transnacionales farmacéuticas junto a los magnates del planeta que con su poder y dinero manejan a los medios de comunicación y a los gobiernos corruptos del mundo, están comprometidos con la consolidación de UN NUEVO ORDEN MUNDIAL, para lo cual, cuentan con la Agenda 2030, cuya herramienta clave para impulsarlo, viene siendo la plandemia del COVID 19, un virus que, pese a no haber sido aislado, ni secuenciado, según las propias declaraciones de los antes mencionados, y de los ministerios de salud de todos los gobiernos, dicen por otro lado que han aparecido nuevas cepas más agresivas que, los llevarían a imponer la vacunación obligatoria y el confinamiento de los no vacunados, amenaza perversa y violatoria de los derechos humanos reconocidos en prácticamente todo el mundo.

Sin embargo, es de conocimiento público la gran cantidad de víctimas de las vacunas, que han quedado con problemas neurológicos, cardíacos, renales, etc, e incluso han fallecido.

También es de conocimiento general, que ninguna de las vacunas cumple su función de inmunización, que debe ser su objetivo fundamental, pues no solo se pide a los vacunados que observen las mismas normas de cuidado que los no vacunados, sino que, además, ha fallecido gente con 2 dosis en sus venas.

Adicionalmente, vale acotar que en países como Chile e Israel, donde prácticamente el 100% se ha vacunado, es donde más gente está en las unidades de cuidados intensivos, e incluso muriendo.

Pero, pregunte usted a cualquier médico, virólogo, microbiólogo, epidemiólogo, etc., en qué consiste la variante Delta, o la presunta nueva variante, o cualquier otra variante?

Pídale que le explique qué es, qué contiene, qué proteína tiene, cómo actúa en el organismo, en qué se diferencia de las otras, y va a ver que solo repite lo que ha escuchado en los medios de comunicación, igual que usted también lo ha oído.

Es más, pregunte lo mismo a los funcionarios de salud de su país, o al mismísimo ministro de salud, y verá que tampoco le puede dar una respuesta medianamente lógica y coherente, ¿Por qué ocurre esto? Porque eso es lo que menos les importa a ellos, su objetivo no es sembrar salud, sino miedo.

Sin perjuicio de esto, déjeme decirle que los virus, particularmente los de ARN como el llamado COVID 19, tienen como característica fundamental mutar constantemente, debido a que, al replicarse su genoma, este se va modificando poco a poco, pero a la vez, su proteína infecciosa va perdiendo letabilidad, o sea, su poder de matar se va debilitando, mientras aumenta el número de contagiados cada día con menor severidad, hasta que se alcanza la llamada inmunidad de rebaño.

Esto lo sabe cualquier estudiante de microbiología o de biología molecular, y es una de las razones por las cuales miles de científicos no alineados con las mafias farmacéuticas, ni con las castas de poder económico y político mundial, sostienen que esto no tiene sentido.

Aclaro: cuando se produce una determinada cantidad de mutaciones, el virus de ARN llega a constituirse en una nueva cepa, pero, más débil que la anterior, como cuando uno lanza una pelota de goma contra el piso, y esta va perdiendo fuerza de rebote a medida que pasan los segundos.

Esto ha sucedido por centenares de miles de años, y es la razón por la cual la vida no se ha extinguido de la faz de la tierra, pues los virus siempre han convivido con nosotros, infectando a plantas, animales y al hombre.

Complementariamente debemos mencionar que, los seres vivos, entre ellos los humanos, disponemos de un complejo sistema inmunológico que como un ejército con fuerzas combinadas de aire, mar y tierra, atacan a cualquier intruso que trate de invadir nuestro organismo, y luego de sufrir una infección causada por un virus de ARN (como es el COVID 19), guardan en su memoria las características genéticas del invasor, de manera que no permiten su reingreso cuando es identificado.

Es decir que, a quien ya le dio COVID 19, no le puede volver a dar en un buen tiempo, que, aunque sería temerario pretender precisarlo con exactitud, sin duda es de más de un año. Y esto es mejor garantía que cualquier pseudo vacuna que, de paso, se encuentran en etapa experimental, pues solo se les ha dado un permiso de emergencia, y por ello, no se responsabilizan ante cualquier revés en la salud del “vacunado”, peor de su muerte. Sin embargo, estos laboratorios fabricantes de sustancias sin garantía, se han dedicado a competir entre ellos vendiendo sus experimentos a los gobernantes de las naciones, quienes tampoco responden por lo que a usted le pueda pasar; compras hechas con dinero salido del bolsillo de todos, dicho sea de paso, no es gratis, como por allí han dicho unos cuantos despistados.

Por otra parte, es muy extraño que las autoridades de salud no se hayan preocupado en lo más mínimo, de instruir a la ciudanía sobre cómo elevar su sistema inmunológico, que es el eje sobre el cual debe girar un plan de salud pública en casos de una epidemia, solo se han dedicado a decirle a la población: “quédate en casa, mantén la distancia, lávate las manos y usa mascarilla”.

Ni siquiera le han dicho al pueblo que el virus es tan pequeño, que atraviesa una mascarilla quirúrgica como una hormiga puede hacerlo por un tubo de alcantarillado.

Tampoco le han advertido a la gente, de las consecuencias nocivas para la salud, al usar perennemente la mascarilla, menos aún le han dicho que recoger la mascarilla sobre el cuello es muy peligroso por el tipo y la cantidad de bacterias que hay en el sudor de esa área, y luego lo absorben trasladandola sus pulmones.

Tampoco le han dicho a la población que los malos hábitos alimenticios como consumir bebidas gaseosas y dulces, entre otros productos, afectan su salud y los hace más débiles para enfrentar cualquier virus.

En fin, al ministerio de salud parece no importarle verdaderamente la salud de la gente, y esto también se aprecia al ver que no han movido un solo dedo durante toda la emergencia sanitaria, para que los ductos de aire acondicionado de las entidades públicas sean limpiados al menos cada tres meses, ya que estos son tremendos focos infecciosos y fuentes de propagación viral y bacteriana.

En fin, el quemeimportismo de quienes están llamados a proteger la salud y la vida de la ciudadanía, es evidente, y se constituye en negligencia criminal, mientras pretenden coartar la libertad de la población, apoyados en medios de comunicación que no permiten diversidad de opiniones, porque son parte del mismo circo, cosa que los periodistas deben callar ante el peligro de perder su trabajo, si no se alinean con las políticas del medio de comunicación, y con la agenda gubernamental, y esta, a la vez, con el proyecto del nuevo orden mundial y la agenda 2030.

William Sànchez Aveiga
27 / 11 / 2021