El Pasaporte COVID podría tener las horas contadas en Finlandia. Al menos, temporalmente, las tiene. El gobierno finlandés ha aprobado un decreto que suspende temporalmente el pasaporte de vacunas, según ha informado el Ministerio de Asuntos Sociales y Sanidad.
Según adelanta mpr21, desde el pasado 30 de diciembre, y hasta el próximo 20 de enero, el pasaporte de vacunas ya no es ncesario para acceder a los actos y lugares públicos donde se aplican las restricciones sanitarias. En la práctica eso significa que no se aplicarán las normas en ningún lugar, según el periódico Yle News.
Es una admisión implícita de que el pasaporte de vacunas no sirve para nada, no puede contener ninguna pandemia, no tiene ninguna finalidad sanitarias, sino un mecanismo de chantaje para obligar a la población a vacunarse, tanto si lo quieren hacer como si no..
En las últimas semanas, Markku Tervahauta, director general del Instituto Finlandés de Salud y Bienestar (THL), había manifestado que podría ser útil replantearse el pasaporte de vacunas: una decisión que debía tomarse a raíz de la reflexión de los expertos, que temían que las personas no vacunadas pudieran infectarse por individuos vacunados que fueran portadores del virus.
Todos sabemos que el verdadero motivo para la introducción del nazipase es el control social. Pero como no pueden salir y decírnoslo a la cara, tienen que pretender que es por motivos de salud. Pues pretendámoslos todos juntos. Porque si es por salud, para que no nos infectemos del bitxo, que nos piden los pases, sabemos que no funciona. Explotémoslos como ellos lo explotan. Los pasaportes no impiden la expansión del bitxo. Repitamoslo una y otra vez. Repitamoslo a quien haga falta.