“No necesitamos a nadie que nos dirija, ni a nadie que nos dicte qué debemos pensar y cómo tenemos que vivir la vida” – Yolanda Azkuenaga
- Escrito por Yolanda Azkuenaga
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El gran teatro de la narrativa del virus letal y sus variantes, entre otras cosas, ha dejado al descubierto nuestra capacidad de discernir entre lo que es verdad y lo que no, y nos ha mostrado que, si se carece de una base interna sólida y trabajada de la gestión emocional, cualquier situación externa que tambalee nuestro castillo de naipes, la viviremos como una gran amenaza de la que hay que protegerse y defenderse; y que la fortaleza interna y la resiliencia, son aspectos fundamentales a tener en cuenta, ya que dependiendo de donde nos posicionemos y cómo respondamos ante el sinsentido y la barbarie, marcarán una linean de tiempo que determinará un futuro que hoy se percibe un tanto incierto.
Así que creo que es un buen momento para entender que no se pide permiso para ser libres, y que la libertad es más bien una cuestión interna y mental. Que depende de uno mismo liberarse de los barrotes que aprisionan y de los miedos que nos limitan, paralizan y nos convierten en seres serviles y dependientes. Es el momento de que nos hagamos cargo de la propia soberanía y de que sepamos que no necesitamos a nadie que nos dirija, ni a nadie que nos dicte qué debemos pensar y cómo tenemos que vivir la vida. De que comprendamos que serle fiel a uno mismo y no traicionarse, es más importante que agradar y complacer a los demás.
Es momento de despojarse de todo tipo de máscaras, de esas que nos silencian, nos impiden respirar y nos someten para recordarnos quien tiene el control y quien manda; y de esas que a simple vista no se ven, pero que quedan al descubierto cuando no somos auténticos ni somos coherentes con lo que pensamos, sentimos y hacemos.
Es momento de acceder al verdadero conocimiento, de poner la mente al servicio del alma y de guiarnos por la verdad del corazón. De mostrarnos íntegros, de reconocer nuestra valía y poder, y de hacer eso que sentimos que debemos hacer, a pesar de las circunstancias y del miedo a las consecuencias.
Ha llegado el momento de permanecer unidos más allá de ideologías y colores, y de asumir que nos incumbe a todos la responsabilidad de ponerle fin a este delirio perverso y Kafkiano, que supera con creces cualquier guion de película al más puro estilo Hollywoodiense.
Yolanda Azkuenaga
Que pena que no hallas nacido hace doscientos años y la viruela se hubiese hecho su trabajo contigo, justicia divina.
Tu que vas de “científico” (lo digo por tu comentario en el artículo anterior). Empieza a leer un poquito y quizás empieces incluso poner en cuestión tu “sabiduría rebosante” y tus fundamentos tan “sólidos” en virología, inmunología y antropología médica, además de en sociología política. Mientras tanto espero que no mutes en una nueva variante de Juan Carlos.
Ni el ex rey pondría “hayas” con “ll”
Así es Yolanda, te suscribo completamente. Gracias por poner palabras a las reflexiones que toca hacer. Feliz año para todos, incluso para los que rezuman odio que es a los que más faltika les hace
Excelente artículo y gracias por compartirlo, completamente de acuerdo. Gracias de nuevo, queremos vivir y dejar vivir en Paz. Basta Ya!!!!
gracias yolanda.
Aclaro el mensaje para esos que se han sentido tan ofendidos. Yo en ningún momento he negado el virus porque, entre otras cosas y como bien dices, ni soy científica, ni tengo el conocimiento para hacer tal afirmación. He calificado de gran teatro a la narrativa del virus, que es muy distinto. Una cosa es el virus y , otra muy distinta la escenificación y utilización que se ha hecho de él para la implantación de unas normas que violan los derechos fundamentales. Y sobre eso, tengo conocimiento de sobra para opinar, yo y cualquiera que esté en su sano juicio.
Urte berri on a todos y todas y amor, mucho amor.
Estoy contigo Yolanda.
Totalmente de acuerdo con lo escrito Yolanda.
Ojalá las personas abran los ojos y vean que se está aprovechando de un virus para quitarnos los derechos y libertades que tenemos en la constitución. Yo elige no inocularme y nadie puede decirme que no entre en un cine, gimnasio, pistas de baile, restaurantes. En 1 lugar porque es mentira que se creen espacios seguros porque sólo hay vacunados que les vendieron la moto estropeada y su frustración era 1 en la juventud, luego en los no vacunados, 3 en los menores. El pasaporte covid es una coacción a todas reglas y persecución, división, señalamiento como en la antigua Alemania nazi. Basta Ya ( libertad)
¡Yolanda! ¡Maravilloso artículo! He pedido permiso y lo he compartido en mi canal de Youtube “Mentores Cósmicos”- Por una humanidad consciente y libre.
Un abrazo fuerte, con Alma, Mente, Corazón y Conciencia. ¡Continúa escribiendo!
https://www.youtube.com/watch?v=Mp34wUA_91E