• La opinión de Asier González
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REVILLA, VIENTOS CARGADOS DE COVID VASCO Y MEDICINA CHINA

Somos muchos los que hemos echado de menos a Rajoy en esta nueva “pandemia”. Quizás fue parte de la estrategia quitarlo de encima con anterioridad al covid no fuera que sus lapsus, disparates o cortocircuitos mentales nos provocaran tantas carcajadas que con tanto humor no nos afectara el virus… Hemos estado muchos años anhelando su retorno, como si se tratara de una nueva temporada de Juego de Tronos y ya por fin alguien a su altura, ha recuperado su puesto: ¡Revilla! Siiiiiiiiiiiii

Para el que todavía no se haya enterado, el 22 de enero en prime time, Revilla expuso sus grandes investigaciones que arrojaron luz sobre el origen de las olas de covid, afirmando que el viento del nordeste llega a Cantabria más cargado (de covid) porque habría pasado por Cataluña y Euskadi, como el tren de sus sueños

Permítame decirle que usted sí que tiene la cabeza bien cargada de tonterías señor Revilla… Aunque le voy a dar la razón en algo y se lo voy a explicar desde la perspectiva de la Medicina China donde sí hay correlación entre las enfermedades febriles y los factores climáticos. En Medicina China, los factores climáticos son una de las etiologías de numerosas patologías que se dan en clínica en la actulidad. Se les conoce como Liu Yin 六淫(6 factores climáticos): Viento, Frío, Calor, Humedad, Sequedad, y calor estival.

Estos factores climáticos podrían atacar a nuestro organismo debilitándolo. Para poder comprender este factor, tenemos que imaginar nuestro cuerpo como nuestra casa y a los factores climáticos, como ladrones que intentan dañar la puerta de nuestra casa para poder entrar en ella.

Tal como puedes observar en la imagen, lo que delimita entre tu cuerpo y el exterior, es tu piel, eso separa lo que eres tú de lo que no eres.

Por tanto, los factores patógenos, para apoderarse de tu organismo, deben penetrar tu piel. Y al igual que ocurre en las películas de batallas, la muralla que protege una aldea está custodiada por soldados. En medicina China a estos “soldados externos” se les conocen como “Wei Qi (卫气)” (wei significa en chino “externo y Qi (energía, más o menos). Por tanto, el Wei Qi circularía por tu piel, como la línea morada de la ilustración. 

De esta forma, tenemos dos fuerzas antagónicas, los Liu Yin (factores patógenos) y el Wei Qi.Cuanta más fortaleza de Wei Qi, menos entrarán los Liu Yin en tu organismo. Por este motivo, debemos asumir la responsabilidad individual de gestionar nuestra salud para tener fuerte el Wei QI y dejar de culpar únicamente al resto del contagiarnos.Para evolucionar en todos los niveles debemos continua“contagiándonos” de influencias buenas o malas en nuestra vida. A parte, llevamos desde el inicio de la creación conviviendo con virus, bacterias, parásitos y suegras.

Cuando los patógenos externos invaden nuestro cuerpo se pueden dar algunas de estas situaciones:

• Cuando en invierno debido al frío aumentan los casos de lumbalgias por presencia de frío en la zona la musculatura lumbar.
• Cuando personas que se han caído a un río helado y el frío y la humedad, ha bloqueado sus fibras musculares (tetanización) impidiendo que pueda nadar y salir del agua.
• Cuando en los días más calurosos de verano, personas de edad avanzada con debilidad en el corazón, mueren por un infarto. Porque cuando hay más calor externo que interno, el corazón se acelera generando sobrecarga vascular. Al elemento (Fuego=corazón) no le gusta más calor.

Y volviendo al caso que nos ataña sobre Viento como factor patógeno en enfermedades febriles y el Caso Revilla, Es cierto que el viento y el frío puede aumentar las probabilidades de acatarrarnos si estamos débiles internamente. Por eso cuando hace frío, humedad y viento aumentan exponencialmente los enfermos por procesos víricos.

En medicina China se dice que el Viento (Feng 风) abre los poros y el frío entra en nuestro organismo generando escalofríos, goteo nasal transparente, tos, fiebre, etc. Que el viento sea un patógeno, no significa que esté “cargado por los vascos o por los catalanes” como afirma Revilla.

Dejemos ya de crear tanta división creyendo siempre que los de fuera son los sucios, los que nos enferman y nosotros los limpios… mientras tú piensas así Revilla, otro podría inventar una tontería similar como que el sucio eres tú con ese bigote donde quedan micropartículas de anchoucas del cantábrico en proceso de putrefacción…

Y retomando con el resfriado por factor patógeno externo, aprovecho la ocasión para recomendar al lector que emplee la estrategia de la “diaforesis”que le va a funcionar mejor que el frenadol. Para ello, deberá masticar varias veces al día jengibre fresco u otra materia aromática de sabor picante similar. La diaforesis induce la sudoración liberando el exterior.

Es sencillo de entender: puesto que la dirección del patógeno es hacia el interior y la diaforesis tiene la orientación opuesta, hacia el exterior. La medicina China juega con los opuestos. Por este motivo, nuestras abuelas decían que,tomando algo para sudar en la cama, se curaban los catarros en pocas horas.

Esta estrategia, sólo funciona en la primera fase de una enfermedad febril, cuando el patógeno no le ha dado tiempo a penetrar al interior del organismo. El abuso de esta estrategia o emplearla en cuadros avanzados, podría debilitarnos más puesto que el patógeno no estaría en el exterior y el exceso de exteriorización, nos haría disipar demasiada vitalidad, minerales y agua del organismo.

Este tipo de estrategias son sobre lo que versa el tratado sobre enfermedades febriles llamado Shang Han Lun (伤寒论) que los chinos, desarrollaron 220 años d.C. estudiando la evolución patológica de las enfermedades febriles causadas por frío.

Tal como he podido comprobar estos años en mi consulta, este tratado sigue siendo igual de válido hoy en día,y lo seguirá siendo siempre, incluso en casos de extrema gravedad. Como NO lo son, por ciertos, las “vacunas” que no funcionan con la cepa vigente ni mucho menos las que quedan por llegar… ¡Qué manía con intentar inventar la rueda!

Gracias al conocimiento de este tratado en pleno siglo XXI, sin billones de euros de inversión ni la necesidad tecnología, cualquier profesional de la salud que estudie con detenimiento y sepa todavía razonar podrá curar en esta crisis a prácticamente todos los pacientes que quiera.

El Shang Han Lun nos ayuda a entender cómo un resfriado que comienza por ejemplo con escalofríos, fiebre y dolor de cabeza, puede evolucionar a generar diarrea, náuseas, vómitos, o incluso, en casos graves, hemorragias y trombos.La obra se compone de 398 secciones y describe 6 fasesde evolución patológica con sus síntomas y tratamiento diferenciado empleando más de 110 fórmulas de fitoterapia diferentes para cada caso.

No es el objetivo de este artículo entrar a explicar las 6 fases de evolución ni aprovechar la coyuntura para explicar desde el prisma de este tratado el por qué de los síntomas graves que observamos en la primera oleada… Quizás eso requiera otro artículo en el futuro…

Lo que sí puede ser útil para el lector es que entienda que no todas las enfermedades febriles se solucionan igual y ni con Ayuno ni con jengibre ni CDS ni Artemisaannua. La clave del éxito reside en abandonar la creencia en panaceas y emplear cada estrategia en el momento adecuado.

El CDS no elimina obstrucción pulmonar por mucosidad ni la artemisa annua es segura cuando hay diarrea o debilidad digestiva ni el ayuno es seguro en un cuadro de máxima debilidad por ejemplo

Asimismo, los sanitarios que nos estén leyendo, quizás puedan encontrar enriquecedor para su profesión el estudio de este tratado, adaptándolo como yo he hecho a las limitaciones de la normativa europea de fitoterapia vigente y de este modo proveer al paciente con remedios que van a funcionar siempre, estemos en el omicrón o en la última letra del alfabeto griego.

Quiero dar las gracias a Revilla por soltar la liebre y haber propiciado en España el nacimiento del proto-tratado sobre enfermedades febriles que su eminencia ha esbozado y sin lugar a dudas solucionará por fin la “crisis sanitaria” en la que nos han metido.

Por último, quiero hacer honor al poder que nos ha otorgado usted, Revilla, como vasco “Cargador de Viento” para que estas palabras sobre el incalculable valor de la Medicina China le lleguen bien “cargaditas” y le sirvan de inspiración para finalizar su obra.

Gracias al lector por aguantar hasta el final y perdonarme la licencia que me he tomado en clave de humor para comentar las Perlas de estos políticos.