¿Cómo podré distinguir los vivos de los muertos? – Luisa Vicente
- Escrito por Luisa Vicente, asesora jurídica y económica en Comercio exterior, Empresarial, Recursos Humanos y en materia socio laboral. Actualmente: Articulista. Investigadora de la realidad económica, empresarial, social y Política. Librepensadora.
- Enlace al Blog de Luisa Vicente
Ayer y hoy han sido para mí los días más tristes de toda la pandemia.
Prisioneros durante casi dos años tras gruesos barrotes, y ocultos tras un trapo inmundo, nido de bacterias que segregaban nuestras propias secreciones bucales y nasales, creí, pobre de mí, que romperíamos las cadenas que nos ataban a las puertas del infierno.
Con más desaliento que extrañeza, compruebo que las ansias de libertad que queríamos tener, no eran suficientes para romper los barrotes de nuestras cárceles.
Hace 48 horas que nos dieron la llave que nos permitía abrir la puerta de nuestras celdas, pero las puertas siguen cerradas para muchos. Como en la caverna de Platón, seguimos en la oscuridad sin querer ver la luz que se filtra desde el exterior.
La llave descansa en la cerradura, igual que descansan los muertos en los cementerios.
Qué loca estuve al creer que los difuntos pueden volver a la vida y reaccionar ante una ráfaga de aire fresco.
Para algunos no existe frontera ni diferencia entre respirar o no respirar, estar vivo o muerto, cuerdo o loco. Atrapados en un magma ingrávido y acuoso del que no quieren salir, caminan lentos y obedientes igual que hace dos años.
Nunca pensé que tantos difuntos vistiendo crespones deambularan sin pena ni gloria tan cerca de mi.
¿ Cómo podré distinguir los vivos de los muertos a partir de ahora ?
Luisa Vicente
Lo mismo pienso yo Luisa…no dsndt crédito a tantas personas que dejando en el camino la lucidez y cordura… oye!!! Qué todavía no se enteran… será por la falta de oxígeno en el cerebro que durante todo este tiempo les ha dejado huella. Van a faltar sicólogos y psiquiatras para sofocar tal desaguisado.Gracias por tú ráfaga de aire fresco.
Doy
Lástima pero muchos no despertarán nunca del sueño, siguen aterrados, encerrados en la caverna de los telediarios, sin esperanza. DEP en vida.
Es cuestión de cultura, conocimiento, formación y nivel intelectual.
Es el reflejo del fracaso cultural, científico y formativo, no sólo aquí si no en 3/4 partes del mundo.
Somo una élite y debemos aplastar a esa otra escasa y selecta “elite” o parasitoquía.
Ayer caminaba por la calle de una población y mentalmente iba contando las personas que llevaban bozal y las que no (desde hace varios días no es obligatorio en Andalucía), a lo largo del trayecto de unos 500 m el número de personas portadoras era mayor; la mayoría eran personas de mediana edad, y pensaba en la cantidad de medio que a lo largo de estos dos años han logrado inocular a la población, miedo que será muy difícil quitar y que en próximas plandémias o alarmas globalistas está gente obedecerá inmediatamente cualquier orden que reciban. Triste.
Es muy facil. Los muertos ven la tele.