A continuación vamos a compartir una conmovedora carta de un canadiense dirigida a sus compatriotas, los camioneros que están protestando en defensa de sus derechos y, por ende, el de todos. Merece la pena, de verdad. Ahí va:

Carta de Raymond Strom, un canadiense. Gracias, Ray.

QUE DIOS GUARDE NUESTRA TIERRA:

Los dos últimos días han sido quizás los más tristes que Canadá haya visto jamás. La introducción por parte de Trudeau de la Ley de Emergencia, ilegalmente debo añadir, ha sido el apaleamiento de la libertad en todo el mundo occidental. El desprecio individual de este tipo por los valores occidentales verdaderos e históricos es asombroso.

Fue desgarrador ver a los camioneros empacar en el paso fronterizo de Coutts.   Los esfuerzos allí se habían visto comprometidos, ya sea por la infiltración o por la extralimitación de la RCMP. Los detalles no están del todo claros en este momento. Los camioneros, bajo la forma del grupo Freedom 2022, habían prometido que este sería un evento pacífico, y que lo mantendrían como tal a cualquier precio. ¿Se habían metido los antifa en las filas? El tiempo lo dirá, pero las cuentas parecen indicar que sí.    Somos canadienses, ¡NO somos antifa!

Los momentos finales fueron una demostración de nuestros verdaderos patriotas. Ciudadanos respetuosos de la ley, que sólo quieren lo mejor para Canadá y las libertades que representa. Así que allí estaban, cogidos del brazo, yuxtapuestos a la fila de policías. Mientras estaban allí, cantaron una emocionante interpretación de Oh Canada, algunos con lágrimas en los ojos, a una persona, orgullosos canadienses, y LIBRES. Me recuerda a la expresión “por fuera estoy sentado, pero por dentro estoy de pie”.

Que quede claro que los participantes en la manifestación se fueron voluntariamente. No fueron coaccionados por la policía, los políticos ni nadie más. Incluso se podría sugerir que la policía permitió que se produjera parte del mal, probablemente incluso perpetrando ellos mismos parte del mismo mediante el sabotaje de los equipos, y aparentemente presumiendo de ello. Este es un relato muy diferente de lo que nuestros políticos y medios de comunicación han afirmado y afirmarán. La declaración del camionero real se ignora descaradamente.

Cuando se disolvieron después del coro, no fue un caso de huida. Estos valientes se acercaron a los policías contrarios y les tendieron la mano en un gesto de reconciliación e incluso hubo abrazos.    ¡Somos conciudadanos!    Nuestra dignidad no puede ser arrebatada por unos pocos malos actores (literalmente). Con esto, la concentración se disolvió, y casi no se sabía que un evento tan histórico había tenido lugar en ese paso fronterizo.    Por ahora, se ha ido, pero para “luchar otro día”.

Pero está lejos de haber terminado. Estos, después de todo, son patriotas, y no hemos visto lo último de “nosotros”. Los camioneros pueden haberse ido de Coutts, pero hay que tener cuidado, ya que nefastos “rastreadores” sin duda seguirán a este grupo. Así que, como la promesa de MacArthur de “volveré”, estos patriotas volverán. Ellos, al igual que nuestras tropas de la Segunda Guerra Mundial, y nuestro actual grupo de valientes Veteranos, volverán a reunirse en algún lugar, y pronto. Ottawa sigue siendo un centro en este esfuerzo, y continuará siéndolo. trudeau ha prometido aplastar la resistencia, a estos “disidentes traicioneros”, al mismo tiempo que describe con mayor precisión lo que él y este gobierno actual representan.

Y nuestros científicos y personal médico están al lado de los patriotas en Ottawa.   Al igual que los camioneros, ignorados por completo por la multitud dictatorial que a veces se sienta en los sagrados salones del Parlamento. (Todo el tiempo, esos asistentes deshonrando y violando nuestra Constitución.) ¿Quién habría pensado que estos científicos patriotas encontraron sus “raíces” entre la casta “humilde” de individuos, manteniendo silenciosamente este país en funcionamiento.    

La vida tiene sus lujos, pero también tiene sus cosas esenciales, y es cuando todos encontramos nuestras raíces juntos cuando hay fuerza y armonía.

Mi familia de camioneros es la “sal de la tierra”, individuos que entienden lo básico de la vida, y no tienen miedo de enfrentarse a la vida y a sus adversidades “de frente”.    

Hay una cualidad tenaz en ese grupo demográfico que simplemente no sucumbe a los desafíos de la vida. Señor Trudeau, ¡preste atención!

Que Dios guarde nuestra tierra, gloriosa y libre.

Raymond Strom