UN MUNDO DE IDIOTAS
(Reflexiones desde la trinchera / Mártin Sánchez)
No quiero coexistir en un mundo de idiotas, que obstruyen sus vías respiratorias con un trapo, porque la televisión les ha dicho que un bicho imaginario les quiere atacar.
No me interesa compartir nada con una masa de borregos que se fotografían orgullosos, mostrando su brazo, después de inocularse una substancia experimental de cuyos efectos adversos ningún fabricante, organismo o institución se quiere responsabilizar.
Me niego a formar parte de una sociedad infantilizada y neurótica que renuncia a sus derechos, y accede a vivir de forma miserable e indigna, delegando sus responsabilidades a una mafia llamada “Estado” que les estafa, les esquilma y les utiliza como cobayas humanas.
No quiero permanecer rodeado de zombies enmascarados que saludan con el codo, se frotan las manos con productos tóxicos e increpan a todo aquel que no comparte sus rituales esquizofrénicos y su doctrina aberrante.
Siento el más absoluto de los desprecios por todos los padres, docentes y directores de centros educativos, que están convirtiendo las vidas de sus hijos y alumnos en un verdadero infierno, obligándoles a llevar bozal e incluso a inocularse, porque su ausencia de empatía y sentido común les impide discernir más allá de lo que dice el telediario.
Quiero vivir con gente a la que le guste respirar, relacionarse, y divertirse, gente despierta, que cuestione lo que sucede a su alrededor, que observe los acontecimientos con ojo crítico, y que anteponga su integridad y soberanía, por encima de cualquier autoridad o institución.
En definitiva, y como ya he dicho más veces, abogo por la creación de un nuevo paradigma social, económico, sanitario, energético y educativo, no es una fantasía, no es una utopía, es el UNICO camino posible para salir de esta locura, ha llegado el momento, y es indispensable elegir, aquí y ahora, entre la posibilidad de construir algo nuevo, inspirador y legítimo, o seguir formando parte indefinidamente, de este grotesco, ponzoñoso y repugnante, mundo de idiotas recalcitrantes.
Mártin Sánchez
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Una pena que la masa de idiotas ante la oportunidad de cambio real que trae el milagro economico que es Bitcoin, en lugar de adoptarlo se han dejado llevar por la narrativa de la tele y lo atacan.
Una pena de masa de idiotas que tiene fe ciega en la tele.
Yo lo suscribo todo menos el último párrafo. Lo de crear una sociedad a parte no lo veo. Empezando porque llegado un punto, las élites malignas tratarían de exterminarnos con todos sus recursos antes de que podamos siquiera soñar con acercarnos a su nivel. Sin contar con un ejército y tecnologías similar no hay nada que hacer. Y siguiendo porque no le voy a dar la espalda al resto de humanos por mucho que legitimen mediante su estupidez la plandemia, ni tampoco me gusta correr y esconderme como un conejo en una de esas ecoaldeas.
Hay que empezar a pegar pelotazos desde dentro y cambiar el sistema. Derrumbarlo, deslegitimarlo, hacerlo obsoleto e impracticable. Hay que conseguir que la gente aborrezca a todos los políticos y su sistema por su historial de manipulación y manifiesta inutilidad galopante a propósito; que sepan que hay alternativas para gestionar la sociedad, seguras y libres de su corruptela gangrenosa.