- Escrito por Beatriz Talegón
- Publicación original en Diario 16
- Reproducido en #EuskalNews con el permiso de la autora
El primer ministro húngaro, Viktor Orban anunció la declaración de Estado de emergencia debido a la guerra de Ucrania.
El régimen de emergencia ha entrado en vigor a media noche y se ha anunciado «para salvaguardar los intereses de seguridad nacional de Hungría«. En palabras del primer ministro, la decisión se toma «para asegurarnos de que nos mantenemos al margen de la guerra y para proteger a las familias húngaras». En este sentido Orban ha afirmado que «el gobierno necesita espacio para maniobrar y la capacidad de actuar de inmediato».
Ayer martes el parlamento húngaro aprobó una enmienda constitucional para otorgar al primer ministro la autoridad de declarar una situación de emergencia provocada por una guerra o por un desastre humanitario en un país vecino, sumándolas a las categorías de crisis que ya estaban señaladas en la legislación vigente.
Desde la oposición consideran que esta nueva medida permitirá a Orban «gobernar por decreto» y pasar por encima de los legisladores.
Hungría ha decidido no enviar armas a Ucrania subrayando que quiere mantener una postura neutral en el conflicto.
Cuaquier oportunidad, estos cerdos tarados de la A GEN DA la van a utilizar para avanzar otro paso más a donde nos quieren llevar. Demolición de Derechos, estados y libertades.
Desde la distancia y la ignorancia, me parece positivo que Hungria se quiera mantener “neutral” y “al margen” de esta guerra preparada por el NOM.
En otros temas también Hungria ha demostrado cierta resistencia al NOM y a su agenda diabólica. Por eso ha sido tan criticada por los medios al servicio de sus amos. A ver cuánto tardan en montarle protestas y movidas.
Claro que cualquier limitación de derechos y libertades es en sí misma odiosa. Es lógico que la “oposición” (que habría que saber a quién obedece) proteste. Lo increible es un presidente que mantiene un estado de alarma inconstitucional durante meses y un lendakkri que se pasa derechos fundamentales por el forro sin que ninguna oposición diga ni mú.