LA UNIÓN QUE HACE LA FUERZA

Todos solemos pensar en las manifestaciones como único medio pacífico de resolver problemas políticos y sociales (Que vienen a ser lo mismo).

¿Conoces tú alguno más? ¿Y qué pasa si no surten el efecto esperado? En Francia, los chalecos amarillos congregaron a muchos manifestantes, cada sábado, durante más de un año (Según Wikipedia, a más de tres millones). Su objetivo era tumbar el gobierno pero salta a la vista que no lo lograron. ¿Cuántos manifestantes bastan para tumbar un gobierno? ¡Si al menos estuviera especificado en algún texto legal! Pese a tal evidencia, todos (Incluidos los franceses) seguimos pensando en llenar avenidas, gritando consignas y exhibiendo pancartas con frases más o menos ingeniosas. De Gandhi no recordamos su filosofía sino las multitudes que reunía.

¿Cuál era su filosofía? Desobedecer. No colaborar. ¡Mira qué fácil! En un mundo que se mueve por dinero ¿Cómo podrías detener a aquel al que sigues financiando?

Todos pensamos de esa manera típica y tópica porque todos lo hemos visto en la tele, en las películas; porque los propios que nos gobiernan salen, alguna que otra vez, a manifestarse, para darnos ejemplo, para que no olvidemos cómo se hace.

Ellos quieren que pensemos que la única manera de resolver los problemas politico-sociales es manifestarse y quieren que pensemos que, si no se arreglan los problemas, es porque no hay suficientes personas que tengan verdadero interés en arreglarlos. ¿Cuántas hacen falta? ¿A que ningún político tiene cojones para expresar un número?

La inmensa mayoría se manifestó en contra del ingreso de España en la OTAN. Se llenaron muchas avenidas pero ingresamos en la OTAN. La inmensa mayoría se manifestó en contra de la guerra, en general. Aún guardo una de las pegatinas que me dieron los convocantes del PSOE: “NO A LA GUERRA”, lo pone bien clarito. Los del PSOE son acreditados pacifistas y no nos meterían nunca en una guerra ¿A que no?

La unión que hace la fuerza no es tanto la unión de cuerpos ocupando un determinado espacio físico (Que puede ser divertido, no digo que no) como la unión de mentes, que bien podríamos denominar “unión cuántica”. ¿Cómo se produce ese tipo de unión? El Expediente Royuela nos ofrece un buen ejemplo pues ha hecho posible que personas de izquierdas y derechas se unan en torno a la idea de justicia. Han podido trascender sus diferentes ideas políticas al comprender que la justicia es más importante y lo han comprendido tras ver mucha injusticia. ¿Cuánta injusticia hace falta para ver?

El Expediente Royuela ha ayudado a muchas personas a superar sus diferencias políticas y les ha permitido ver que no hay diferencias sustanciales entre los políticos de izquierdas y de derechas. Ha demostrado que la unión es posible y que se consigue restando, no sumando: Restando creencias, dogmas, prejuicios. El Expediente Royuela ha sido pues trascendente como será también trascendido, en este viaje cuántico que todos estamos haciendo, desde el miedo al amor, desde la separación máxima a la máxima unión. Sin duda, antes del “pandemonium” fue impactante escuchar a unos hombres que tuvieron la valentía de denunciar, como asesinos, a ciertos políticos pero ¿Cuántos asesinatos han cometido los políticos (Y no me refiero a unos cuantos sino a todos) con esto del “pandemonium”? ¿Cuántos han sido, sino autores, cómplices? (Que para el caso es lo mismo). ¿Cuántos han delinquido por omisión, por callar? ¿Cuántos ancianos asesinados en las residencias? ¿Cuántos muertos por sedación? ¿Cuántos por falta de atención? ¿Cuántos por efectos de las mal llamadas, de las mal-ditas vacunas? ¿Cuántos por haber ocultado e incluso prohibido, tratamientos efectivos como la artemisa annua, como la ozonoterapia o como el dióxido de cloro?

El Expediente Royuela (En el caso de que la justicia tenga como probado lo que se denuncia) puede tumbar a la mafia política que gobierna España pero ¿Y si al final no hay cadáveres ni fosas? En cualquier caso ¿Cuánto tiempo habrá que esperar hasta que se pronuncien los jueces? ¿Cuánto tiempo llevan con el Expediente Pujol? El dióxido de cloro puede tumbar ya, no solo a unos cuantos políticos, sino a todos pues ninguno de ellos ha hecho nada para que se sepa que existe, que es efectivo y además barato. Su existencia evidencia que no se daba el presupuesto jurídico necesario para la autorización de emergencia de las vacunas, pues tal autorización solo puede otorgarse cuando no hay remedio conocido (Es algo así como la autorización que se le puede dar a un chamán para tratar a un enfermo terminal y se basa en la idea de que poco mal se le puede hacer a un moribundo). ¡Los políticos trataron, como moribundos, a los afectados por un resfriado que remitía espontáneamente (Como cualquier resfriado) en la mayoría de los casos!

Para la minoría que presentó alguna complicación (Como sucede con cualquier resfriado) el dióxido de cloro era un remedio efectivo y era bien conocido (Lo reconoció hasta la NASA) y evidenció que la autorización de emergencia fue un fraude, que todo el “pandemonium” fue un fraude, que todo el sistema político está podrido y también el sistema médico-farmacéutico, y eso nunca lo podrán ocultar pues ¿Cómo se oculta una fórmula química? Y también evidenció que los medios de información no sirven para informar a la gente de lo que más interesa a la gente pues ¿Puede haber algo más interesante que recobrar la salud? El dióxido de cloro pone en jaque a los miles de “doctores Menguele” que han participado en la falsa emergencia sanitaria del coronavirus, siguiendo las órdenes de la podrida Organización Mundial de la Salud, pero no solo eso: ¡También puede neutralizar muchos efectos indeseables de las falsas vacunas! (Según dice la Dra. Nadiya Popel en esta entrevista) ¡Puede unirnos a todos en torno a la idea de recuperar el control de nuestra propia salud! Tan solo hace falta que sigamos dispuestos a seguir trascendiendo, superando etapas, en este viaje que todos estamos haciendo, desde la máxima separación a la unión máxima.

José Miguel Ruiz Valls