¿Recordáis aquellas épocas en las que los políticos y los medios de comunicación arremetieron contra aquellos que rechazamos medicamentos experimentales?

¿Recordáis aquellas épocas en las que buena parte de la sociedad aplaudía cómo se nos negaba la entrada en locales de hostelería y se nos discrimina incluso en los centros de salud?

Sí, seguro que sí. Y es que, han pasado cuatro días contados de aquello. Nosotros no lo olvidamos. De hecho, fue una de esas batallas de esta guerra en las que fuimos más partícipes y, por qué no decirlo, uno de esos momentos en los que más nos partimos la cara por la disidencia.

Como nosotros, muchos otros. Faltaría más. Aquí, medallitas… las justas. Dicho queda.

Pues resulta que en muchos de los lugares en los que se discriminó, como no podía ser de otra manera, fue en las instalaciones deportivas municipales, así como en los gimnasios privados y en cualquier lugar similar.

Si bien en los gimnasios privados (hasta donde podemos saber) los empresarios o responsables de los mismos que negaban la entrada a seres humanos sanos (hay que plantearlo así) procedían a devolver la cuota mensual (en caso de haber sido abonada) a aquellos ‘purasangres’ que rechazaron las “vacunas” de Pfizer y cía, en “lo público” no fue así.

Un ejemplo de ello son las instalaciones deportivas pertenecientes al consistorio de Mungia. En el mencionado Ayuntamiento, controlado por el PNV, no tienen ningún reparo en admitir que roban y se quedan con dinero que no es suyo. Sí, nosotros tampoco tenemos ningún reparo en afirmarlo, ya que es totalmente cierto. Si quieren que nos denuncien. Lo explicamos.

Una mujer, vecina de la localidad y usuaria desde hace años del polideportivo municipal, abonó religiosamente las cuotas mientras se le negaba entrada por no querer inyectarse una “vacuna” (siendo generosos) que no necesita en absoluto.

Ahora, lleva meses reclamando para que le devuelvan lo que es suyo, es decir, el dinero que abonó por unos servicios que no pudo recibir ya que tanto el politicucho medio como el agente de Policía Local de turno se lo impidieron. Sin embargo, a día se hoy, la única respuesta que ha recibido es la siguiente:

Correcto. Habéis leído bien. Desde el consistorio le afirman que no cabe devolución alguna y que se van a quedar con su dinero. Viendo que juegan a eso, nosotros vamos a jugar a otra cosa, es decir, a hacer lo de siempre: decir la verdad.

Por ende, nos vemos obligados a informar a nuestros queridos lectores que en el Ayuntamiento de Mungia no sólo ROBA a sus vecinos, sino que encima tienen el estómago como para fardar de ello.