• Escrito por Jon Ander Etxebarria, ex Decano del Colegio de Biólogos de Euskadi
• Enlace a su blog: El Dato Mata el Relato

Séptima ola, nuevo enmascaramiento de las consecuencias de la tercera inoculación

Existe una evidente correlación de los fallecidos con las inoculaciones y no tiene nada que ver con que haya más o menos positivos ¿cómo se explica el aumento de fallecidos por/con covid cuando se supone que se ha inoculado, incluso, hasta una tercera vez, la vacuna?

En base a los datos oficiales y a lo que trasciende desde la Administración Sanitaria Vasca, se puede decir que se ha dado por terminada la 7ª ola, cuando la realidad es que, nuevamente, se ha creado esta 7ª ola para justificar las consecuencias graves acontecidas por causa de la tercera inoculación suministrada en el primer cuatrimestre de este año 2022.

Analizando los datos aportados por el propio Gobierno Vasco, observamos que el promedio de test de PCR realizados en la fase de ascenso ha sido de 3.301, frente a 2.417 en la fase de descenso; es decir, un 26,78% menos de test, con lo que la Incidencia Acumulada (IA) ha experimentado un descenso de un 61,66%. Lo cual resulta lógico en base a lo que ya hemos podido comprobar en olas pasadas, en las que, al igual que ahora, se juega con los test de PCR al libre albedrío de crear las olas que se considere oportuno por parte de la Administración.

Pero si nos centramos en algo mucho más grave como son los fallecidos, vemos que el diferencial entre la fase de descenso respecto a la de ascenso es prácticamente insignificante, de un 5,19% menor (256 frente a 270), lo que nos confirma todo lo comentado durante la pandemia en relación a que se realice un mayor o menor número de test y a que la IA sea, tal como se ha utilizado, un estadístico válido para controlar la pandemia. Como se aprecia de forma clara en estas últimas olas, existe una evidente correlación de los fallecidos con las inoculaciones y no tiene nada que ver con que haya más o menos positivos, ya que éstos se adecuan a cómo vayan evolucionando los fallecidos, pudiendo hacernos (y más los profesionales sanitarios) una pregunta concreta, ¿cómo se explica el aumento de fallecidos por/con covid cuando se supone que se ha inoculado, incluso, hasta una tercera vez, la vacuna?

Si realizamos una estadística de los fallecidos por/con covid en los meses de mayo a julio de los años 2020, 2021 y 2022, se observa claramente que las inoculaciones han sido bastante más perjudiciales que beneficiosas, como así lo están reconociendo países como el Reino Unido y Dinamarca.

Los fallecidos por/con covid en estos meses de mayo a julio de los años 2020, 2021 y 2022, se recogen en la siguiente tabla:

Con los datos de esta tabla podemos concluir que en el mes de mayo de 2022 se ha dado un 18,75% más de fallecidos respecto al año 2020, y un 82,96% más respecto a 2021, pero si observamos los meses de junio y julio los datos son todavía más concluyentes, ya que en junio de 2022 se da un 297% más que en 2020 y un 409% más que en 2021, siendo los datos de julio verdaderamente preocupantes, y, sobre todo, en comparación con el año 2020 donde no había vacuna, teniendo en cuenta, además, que la cepa de ese año era bastante más letal que la ómicron de este año 2022. Durante julio de 2022 se ha dado un 716% más de fallecidos que en 2021 y lo realmente grave es que ha sido un 4.900% más comparando con julio de 2020, siendo también significativo que la comparativa de 2021 respecto a 2020 cuando se estaba en proceso de vacunación, los fallecidos en este julio de este 2021 fueron de un 512% más.

¿Es que estos datos no son motivo más que suficiente para que la profesión sanitaria reflexione? Creo que ha llegado el momento de que la profesión sanitaria deje de aplicar protocolos que en ningún caso han servido para controlar la pandemia, más bien todo lo contrario, y ante estos datos, se plantee más que una duda razonable para considerar si la vacunación es la solución a esta pandemia.

Son, por lo tanto, la sociedad vasca y los profesionales sanitarios (ya que si ellos quieren acabar con la pandemia, lo pueden hacer) los que, de forma unida, deben plantear tanto al Gobierno Vasco como a los partidos políticos, por su desastrosa actuación en esta pandemia, una posición totalmente contraria a que se quiera establecer una cuarta inoculación y se vuelva a practicar la medicina como nunca se debería haber dejado de hacerlo, que es ver y curar al paciente diagnosticando mediante la sintomatología que presenta una persona enferma.

Sres. del Gobierno Vasco, Sres. de los partidos políticos vascos ¡NO a la cuarta inoculación! y acaben, de una vez por todas, con este despropósito.

Tuvieron en su momento la ocasión de ejercer la soberanía del pueblo vasco con estrategias sanitarias diferentes y más propias de otros países del norte de Europa, y se da la circunstancia de que ahora tienen, nuevamente, la ocasión de hacerlo, ocasión que, con toda probabilidad, no la aprovecharán, y tendrá que ser el pueblo y espero que los profesionales sanitarios que no tengan cargo político, los que verdaderamente la aprovechen y se nieguen a seguir con este relato pandémico que está llevando a la sociedad vasca hacia el abismo.