El jueves Estados Unidos alcanzó su techo de deuda pública, tal y como adelantaron nuestros compañeros de mpr21. Este límite obliga al Departamento del Tesoro estadounidense a recortar gastos para garantizar el cumplimiento de sus compromisos financieros. El gobierno de Biden tiene que recortar el gasto público y subir los impuestos.
El techo de endeudamiento lo fijó el Congreso en unos 31 billones de dólares. ¿Conseguirá Estados Unidos evitar el impago? No sólo tendría consecuencias para el funcionamiento de los servicios públicos del país, sino también, como mayor economía, para el resto del mundo.
La Secretaria de Finanzas estadounidense, Janet Yellen lo advirtió el viernes. En caso de impago “nuestros costes de endeudamiento subirían y todos los estadounidenses verían subir los suyos”.
“Pero más que eso, la incapacidad de hacer un pago, ya sea a nuestras obligaciones de deuda, a nuestros beneficiarios de gasto social o a nuestro ejército, causaría sin duda una recesión en Estados Unidos y podría conducir a una crisis financiera mundial”, dijo Yellen.
En sí mismo, no se trata de un hecho insólito, ya que el límite máximo se ha legislado 79 veces desde 1960. El límite actual de 31 billones fue fijado por el Congreso en diciembre de 2021, antes de la Guerra de Ucrania. “Sin duda dañaría el papel del dólar como moneda de reserva utilizada en las transacciones de todo el mundo. Muchos estadounidenses perderían su empleo”, insistió Yellen.
Una vez alcanzado el techo, el Tesoro estadounidense ya no puede pedir dinero prestado, ni siquiera a corto plazo con fines de capital circulante, y ha puesto en marcha un periodo de suspensión de la emisión de deuda que durará hasta el 5 de junio.
También se han puesto en marcha medidas excepcionales, como la suspensión de los pagos a varios fondos de pensiones y de las prestaciones sanitarias y por incapacidad de los funcionarios públicos, ajustes técnicos que no son inmediatamente necesarios para pagar las pensiones.
Estas medidas sólo pueden ser temporales y, si el Congreso no llega a un acuerdo, Estados Unidos podría acabar incurriendo en impago.