Los cables submarinos se han convertido en objetivos militares
Por el fondo del Mar Rojo, en el estrecho de Bal El Mandeb, transitan unos quince cables submarinos. En las últimas semanas, cuatro de ellos han resultado dañados, según informa mpr21. Todas las miradas se dirigieron rápidamente a las milicias huthíes, que podrían ser capaces para sabotearlos con buzos, armados con explosivos.
El Estrecho de Bal El Mandeb es poco profundo. Unos 300 metros por 27 kilómetros de ancho. Muy lejos de los 6.000 metros donde reposan ciertos cables transatlánticos. Con varios días de retraso, el Pentágono confirmó que los cables habían sido dañados por el ancla de un barco que se hundió, el Rubymar, atacado por los hutíes el 19 de febrero.
Las roturas de cables provocaron interrupciones en la circulación del tráfico de internet. La empresa de Hong Kong que explota estos cables, HCG, habló de “un acontecimiento excepcionalmente raro que tuvo un impacto significativo en las redes de comunicación, especialmente en Oriente Medio”.
Normalmente hay una media de dos roturas de cables por semana, debido al tráfico marítimo, los terremotos submarinos, las erupciones e incluso a veces los tiburones. La flota mundial capaz de reparar las roturas de los cables es bastante pequeña.
Sería necesario proporcionarles una escolta pesada para acompañarlos. Un experto del sector citado por el Wall Street Journal menciona primas de seguros que pueden alcanzar los 150.000 dólares diarios.
Alrededor de 450 cables y 1,3 millones de kilómetros se encuentran actualmente en el fondo de los mares y conectan los continentes. Los cables ya se utilizaban en 1850 para el telégrafo, más tarde para el teléfono y hoy para los datos digitales.
Los cables tienen una vida útil que ronda los veinte años. Además del desgaste natural, deben ser sustituidos periódicamente por cables de mayor capacidad porque la cantidad de datos aumentará un 400 por cien entre 2023 y 2030.
Hace unos diez años, la mayoría de los cables eran explotados por consorcios de operadores de telecomunicaciones. Hoy en día son principalmente las grandes empresas tecnológicas, como Google, los que están tendiendo los cables.
La cartografía de los fondos marinos, los planeadores submarinos, los drones, los robots e incluso la creación de duplicados digitales de los océanos, al igual que el espacio exterior, se han convertido en campos de batalla.