Pfizergate y falta de transparencia en las negociaciones sobre las llamadas “vacunas COVID” de la UE
Escrito por la Dra. Natalia Prego Cancelo
Pfizergate y falta de transparencia en las negociaciones sobre las llamadas “vacunas” covid de la UE
La lucha por la verdad: la investigación Pfizergate y sus implicaciones
El escándalo “Pfizergate” ha llamado la atención de los fiscales europeos y arroja luz sobre las negociaciones sobre vacunas entre la Unión Europea (UE) y Pfizer durante el apogeo de la pandemia de Covid-19. Las acusaciones de irregularidades criminales en relación con el intercambio de mensajes de texto entre la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el director ejecutivo de Pfizer, Albert Bourla, plantean dudas legítimas sobre la transparencia y la integridad de acuerdos tan cruciales para la salud pública.
La investigación inicial del Pfizergate surgió de una denuncia penal presentada por el lobbista belga Frédéric Baldan ante las autoridades judiciales de Lieja a principios de 2023. Baldan, vinculado al grupo escéptico de las vacunas Bon Sens, dio la alarma sobre posibles irregularidades en las negociaciones entre Ursula von der Leyen y Albert Bourla, presidente de Pfizer, durante el momento más crítico de la pandemia de Covid-19.
El hecho de que la Fiscalía Europea haya sustituido a los fiscales belgas en esta investigación sugiere la gravedad de las acusaciones, que incluyen “interferencia en funciones públicas, destrucción de SMS, corrupción y conflicto de intereses”. Aunque todavía no se han presentado cargos formales, es necesario examinar la conducta de las partes involucradas para salvaguardar la confianza del público en las instituciones de la UE.
Es especialmente preocupante que la Comisión Europea haya optado por mantener en secreto el contenido de los mensajes de texto en cuestión, negándose incluso a confirmar su existencia. Este secreto solo alimenta sospechas y socava la credibilidad de la UE en un momento crucial en el que la transparencia y la rendición de cuentas son imperativos.
El acuerdo sobre vacunas con Pfizer, valorado en más de 20.000 millones de euros, se consideró inicialmente como un triunfo de Von der Leyen en la lucha contra la pandemia. Sin embargo, las revelaciones de que se desperdiciaron dosis por valor de al menos 4.000 millones de euros plantean serias dudas sobre la gestión de estos recursos vitales.
A medida que avanzaba la investigación, los gobiernos de Hungría y Polonia se sumaron al proceso, añadiendo una importante dimensión política al escándalo. Este movimiento político refleja la complejidad y sensibilidad del caso, donde las tensiones geopolíticas se entrelazan con preocupaciones sobre la integridad de las instituciones europeas y la gestión de las crisis de salud pública a nivel continental.
La incorporación de los gobiernos húngaro y polaco a las denuncias contra Von der Leyen añade un componente político a este escándalo. Sin embargo, con la victoria electoral de un gobierno pro UE liderado por Donald Tusk en Polonia, el gobierno polaco ha iniciado el proceso de retirada de su denuncia. Pero no debería distraernos del hecho central: la necesidad de una investigación exhaustiva y transparente para aclarar cualquier irregularidad en las negociaciones sobre vacunas.
Mientras tanto, en España, las investigaciones continúan en el caso Koldo, donde se examina el presunto enriquecimiento ilícito a través de la intermediación en contratos de suministro de mascarillas durante la pandemia. Este caso ha generado una gran controversia y ha puesto en entredicho la integridad de las prácticas de contratación pública en medio de una crisis sanitaria sin precedentes.
Por otra parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) propone un tratado que otorgaría a la organización el control exclusivo sobre la gestión de contratos para productos destinados a la pandemia en todo el mundo. Esta propuesta genera una falta de equilibrio en la transparencia en la toma de decisiones y la inexistente responsabilidad pública de la OMS.
La transparencia no es solo un principio fundamental de la gobernanza democrática, sino también una cuestión de salud pública. Los ciudadanos de la UE tienen derecho a saber cómo se gestionan los fondos públicos y cómo se alcanzan acuerdos que afectan directamente o no al bienestar y cómo se aplicaron coacciones y métodos coercitivos en nombre de la seguridad para impedir la plena integración en la vida social para los no vacunados.
https://www.politico.eu/article/pfizergate-covid-vaccine-scandal-european-prosecutors-eu-commission/
¿De quién depende la Fiscalía Europea? Pues eso, muy sospechoso todo ello. La UE es un nido de corruptos excepto cuatro que lo están denunciando en el Parlamento Europeo.
Iustitia Europa es la candidatura independiente que está pidiendo el apoyo de la gente ahora mismo en la calle, para presentarse a las elecciones europeas, los únicos denunciando todas las corruptelas de la UE. Los únicos contra la OTAN y sus guerras. https://iustitiaeuropa.com/