Sidenor frena la producción en su fábrica por la inasumible subida del precio de la energía
Más problemas para la débil economía vasca. Los efectos de la subida del precio de la energía ya se notan en la industria, uno de los grandes consumidores eléctricos. Sidenor es el primer grupo del metal en anunciar una parada para no operar en pérdidas. En su caso, dejará de producir aceros especiales durante 20 días por el desorbitado precio de la tarifa.
Sidenor ha criticado que esa inflación ha elevado su coste eléctrico hasta los 260 euros por MW/hora. Lo que supone un incremento del 300 por cien sobre el del año pasado, cuando abonaba 60 euros. Ese aumento para el grupo vasco supone pagar 200 euros más por tonelada producida, lo que dispara más de un 25 por ciento sus costes totales. Una situación que genera pérdidas e imposibilita mantener el ritmo actual de producción. Un caso similar se vivió este mes en los parques eólicos y fotovoltaicos, que también cesaron en su actividad por ese motivo.
La siderúrgica, que tiene una plantilla de 1.500 trabajadores, altera por tanto su hoja de trabajo de aquí a final de año. Esos 20 días de menos recortan un 30 por cien el calendario de actividad hasta el próximo 31 de diciembre, y advierte que es una primera medida para limitar el tremendo impacto que los desorbitados y descontrolados costes eléctricos están causando a Sidenor.
La parada no soluciona el problema de fondo y otras medidas serán necesarias de persistir el actual panorama de descontrol en los precios eléctricos, una alusión a los Expedientes de Regulación de Empleo u otras medidas de ajuste.
La empresa está encabezada por José Antonio Jainaga, que también es el presidente de turno de la Asociación de Grandes Consumidores de Energía (Aege), desde la que advierten reiteradamente que la subida de los precios de la luz puede causar cierres en la industria.
Sidenor concentra la mayor parte de sus ventas en el sector de automoción, que vive otro importante problema coyuntural. En su caso, la falta de semiconductores que obliga a parar a las plantas de ensamblaje de vehículos y a sus proveedores.