• Escrito por Jon Ander Etxebarria, ex Decano del Colegio de Biólogos de Euskadi
• Enlace a su blog: El Dato Mata el Relato

Cuando hoy más que nunca se necesita que la profesión sanitaria recupere la cordura

Han disminuido el número de pruebas en menores de 60 años con el fin de que no se les escape el relato de las manos ya que si se hiciesen test a todas las franjas de edad los datos de positivos asintomáticos serían tan exagerados que estarían dejando al descubierto las inoculaciones.

En este momento estamos con una supuesta séptima ola de covid, y digo supuesta, porque la realidad es bien diferente a como nos la quieren hacer ver.

De información de los propios hospitales de Osakidetza se nos dice que un 53% son personas internadas que van a ser operadas (traumatismos, parto, etc) y, que dieron positivo a una PCR previa, es decir, son pacientes que llegan a los hospitales por otra patología pero que dan positivo en la PCR de ingreso.

Por otra parte, se nos informa que la mayoría de los hospitalizados por covid supera los 75 años y presenta patologías previas.

Ante estas informaciones creo que la profesión sanitaria (medicina, enfermería, biología) debe reflexionar sobre lo que está ocurriendo y dar un giro diametral a cómo se afronta el tema de la covid ya que, en caso que no lo hagan, tendrá que ser la sociedad vasca quien le obligue a hacerlo.

Lo primero que tiene que reflexionar es que estas personas en cualquier caso ingresan por su patología y no por covid, ya que son asintomáticas de covid e, incluso si el test de PCR hubiese dado negativo estarían igualmente ingresadas. Y aquí es donde tenemos realmente la trampa de las administraciones sanitarias ya que desvirtuando lo que siempre ha sido la medicina (donde se atiende al paciente de su patología) al mismo tiempo engordamos la pandemia con el fin de seguir con la inoculación del miedo neuronal en la población para tener la justificación de seguir con las inoculaciones, que a fin de cuentas son las verdaderas causantes de los casos positivos y de otros problema derivados de los efectos adversos de las mismas.

En todo este despropósito, los biólogos son responsables (salvo algunos disidentes del discurso oficial desde un inicio, si bien cada vez somos más) por no decir a la sociedad que los test de PCR no sirven para diagnosticar una enfermedad, como se demuestra con este porcentaje tan elevado de ingresos en hospitales por patologías diferentes y que se les asigna la covid por hacerles una PCR. ¿Cuál es la razón para no hacerlo? ¿Conflictos de interés?.

Los profesionales sanitarios (medicina y enfermería) tenían que haberse pronunciado hace mucho tiempo y de una vez por todas sobre lo tenían que haber hecho hace mucho tiempo, sobre la falta de sentido de seguir con esta estrategia de la pandemia de covid, donde existe un porcentaje elevado de ingresos por otras patologías y que se contabilizan covid por dar positivo al test de ingreso.

Esta profesión sanitaria está dilapidando su prestigio. Aquí quiero destacar a profesionales sanitarios que desde el primer momento, han sido críticos con la pandemia, jugándose su prestigio y algo más, por lo que en definitiva es propio de la profesión sanitaria que es curar a los pacientes por las patologías que presentan y no por patologías virtuales de una enfermedad que está siendo una pandemia de test de PCR; como se demuestra con estos elevados porcentajes de ingresados con sus diversas patologías y asintomáticos a la covid aunque hayan dado positivo a su ingreso y no cegarse con la vacuna para no ver la relación causa – efecto de los efectos adversos producidos por las inoculaciones. ¿Cuál es la razón para que continúen con este despropósito? ¿Cuál es la razón para no practicar la medicina como siempre se ha hecho? ¿Son los conflictos de interés?

Me gustaría también referirme a la sociedad, para que de una vez por todas despierte y se deje de hacer test de PCR incluso sin tener sintomatología alguna. Con estos datos dados por la propia sanidad vasca, lo que realmente debemos deducir de esos porcentajes de ingresados por otras patologías, es que la misma Administración está reconociendo de forma implícita lo que algunos siempre hemos defendido y es que los asintomáticos no son enfermos; les convierten en enfermos imaginarios. ¿Será capaz la sociedad de inyectarse el antídoto de este virus neuronal inoculado por parte de la Administración y profesionales sanitarios mediante las continuas dosis inyectadas por los medios de comunicación? Más le vale a la sociedad que lo haga porque en caso contrario van a morir en vida como ya está ocurriendo.

La administración sanitaria vasca nos dijo que iba a gripalizar la covid, y curiosamente algunos científicos y sanitarios e, incluso, representantes de sindicatos médicos nos dicen que el problema de esa gripalización, es que ya no se hacen test a toda la población y, por lo tanto, la covid está infradiagnosticada, porque hay mucha gente que es asintomática o tiene síntomas muy leves que no atribuyen a este virus. Y yo les preguntaría a estos Srs. ¿Cuál es el interés en asignar a covid a los asintomáticos o con síntomas muy leves? ¿Cuál es el interés en inflar las cifras de covid? ¿Es que tiene algo que ver que no es lo mismo crematísticamente el que el enfermo sea de covid o de otra patología? ¿Esa es la razón para hacer test al ingreso en hospital aunque se vaya por otra patología sin sintomatología alguna de covid? ¿Es que a estos profesionales sanitarios les ha importado alguna vez que las personas asintomáticas o con síntomas leves, y, antes de llegar la pandemia, no se les catalogase de enfermos de gripe? ¿Es que con la gripe no existían motivos interesados para hacer enfermos imaginarios, como sí parece suceder con la covid? ¿Es que es gripalizar el realizar test al ingresado en hospital por cualquier otra patología?.

La realidad es que eso no es gripalizar, para ello habría que protocolizar como siempre se ha hecho con la gripe.

La respuesta es clara no han gripalizado la covid. Lo que han hecho es disminuir el número de pruebas en menores de 60 años con el fin de que no se les escape el relato de las manos ya que si se hiciesen test a todas las franjas de edad los datos de positivos asintomáticos serían tan exagerados que estarían dejando al descubierto las inoculaciones. Estarían diciendo claramente a la sociedad que las vacunas no funcionan y son las causantes de los positivos de covid; pero con un perfil algo más bajo de pruebas y, en las franjas de edad de los mayores continúan con el libreto para volver a instaurar la cuarta inoculación sobre todo en las personas de edad y de riesgo.

El Sr. Urkullu y la Sra. Sagardui nos dicen que harán todo lo posible por fortalecer la atención primaria y que no se está desmantelando la sanidad pública. Pero la realidad es otra y, esta es que se está desmantelando como se puede ver por el cierre de las tardes en algunos ambulatorios, el cierre de camas en hospitales, etc.

Referente a la atención primaria hay que decir que aquí se juntan el hambre y las ganas de comer. La administración sanitaria vasca nos dice que no se cubren las plazas; primero, porque la gente se jubila, y segundo, porque esas plazas de atención primaria no interesan a los profesionales de la medicina.

Respecto a lo primero, hay que decirle a la administración sanitaria que las plazas que tienen que cubrirse por jubilaciones tienen que estar, previamente, previstas por las tasas de reposición, al menos con 5 años vista. Luego si no se cubren, es por una total falta de planificación sanitaria, y, esa responsabilidad es de la Sra Sagardui ya que las plazas MIR, etc las solicita al Ministerio de Sanidad cada Comunidad Autónoma, luego si no hay suficiente tasa de reposición es por la negligencia del negociado de su departamento, al igual que si no se sustituyen las vacaciones de los profesionales sanitarios las cuales tendrían que tener como en muchos organismos sus correspondientes bolsas de trabajo.

En lo referente a que esas plazas no les interesa cubrirlas a la propia profesión sanitaria, hay que decir que, en este caso, el problema lo tenemos en la propia profesión médica ya que han establecido una profesión con auténtica diferenciación de clases donde el escalón más bajo es la atención primaria y, es escalón más bajo porque en otras especialidades se cobra un plus de sueldo mayor por las guardias, el cual no se da en la atención primaria, pero me pregunto. ¿No es esta profesión la que socialmente siempre nos han vendido como la auténtica vocacional al igual que la de la jerarquía eclesiástica? ¿Es que, con los tiempos actuales un graduado en medicina se puede permitir el lujo, que en otras profesiones ni se lo plantean, de desechar un puesto de trabajo aunque no ganen tanto como en otras especialidades? ¿Es que no plantean a la propia Administración que se dediquen los recursos económicos gastados en PCR a reforzar las sustituciones de vacaciones, bajas , etc? Si esta profesión nos dice que con la formación de los 6 cursos del grado de Medicina) (cosa que me parece de un elitismo profesional clasista respecto a otras profesiones) no se está preparado para atender a los pacientes igual lo que tendrían que replantearse es el grado y hacer los cursos que sean necesarios para estar preparado; aunque lo que sí parece es que una vez se es MIR, sí se está preparado para ejercer la profesión y para tener un buen sueldo (de lo que, por supuesto me alegro), si lo comparamos con lo que ocurre con otras profesiones.

Mi consejo a la administración sanitaria vasca es que, primero, haga sus deberes y planifique la sanidad dotándola de recursos humanos y materiales, y, para ello, una oportunidad sería terminar con el gasto económico ingente de los test de PCR y dedicarlos, por entero a reforzar la sanidad pública y, en especial, la atención primaria. Y, segundo, si los profesionales de la medicina desechan esas plazas, tendrían que crear unas bolsas de trabajo con las que cubrir dichas plazas que seguro que habrá profesionales dentro de la medicina que sepan ver que su profesión no deja de ser igual que otras profesiones en las que, en ningún momento se plantearían desechar un puesto de trabajo.

Es por ello, por lo que la profesión sanitaria debe recuperar la cordura por el bien de nuestra sociedad, aunque ello suponga enfrentarse a la administración vasca y acabar de una vez por todas con este sin sentido pandémico.