El Gobierno Vasco se ha saltado a la torera las medidas de desescalada impuestas por el Gobierno de España, medidas por las cuales el próximo lunes todos los vascos entraban en la Fase 1. Resulta que en la Fase 1, tal y como se había anunciado, se permite, por ejemplo, la libre movilidad de personas dentro de la provincia, así como la apertura de las terrazas de los bares y las reuniones de menos de 10 personas siempre que se sigan ciertas medidas de seguridad.

Sin embargo, la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia, ha afirmado que la Fase 1 en Euskadi, que entrará en vigor el próximo lunes, se aplicará con criterios “más restrictivos” que en el resto del Estado, de tal forma que la movilidad se tiene que producir “dentro del municipio de residencia de cada ciudadano”. Asimismo, la movilidad interterritorial solo se permitirá “en caso excepcional y en municipios colindantes en los que la relación sociolaboral sea habitual”, como en el caso de Eibar y Ermua.

El Gobierno Vasco ha venido haciendo mucho ruido últimamente para que Euskadi entrase en la Fase 1, pero ahora que íbamos a entrar parece que ya no es tan importante. Resulta que lo único que parece que le importaba a Iñigo Urkullu era que Pedro Sánchez le asegurase que en julio iba a poder celebrar elecciones, algo que el Lehendakari ansiaba con todas sus ganas.

Ahora que ya lo tiene asegurado, el resto no le importa. ¿La libertad de los vascos? Más bien poco. Eso sí, luego todos se van a su segunda residencia en Bakio. Este Gobierno Vasco está compuesto por unos jetas de campeonato.

¡Vaya cara tienen!