Un total de 750 denuncias es el balance de infracciones registradas por la Ertzaintza y las policías locales durante este pasado fin de semana en Euskadi a las incomprensibles restricciones impuestas por Urkullu. Parece que ese es su plan para acabar con la supuesta pandemia: que los ertzainas sigan poniendo multas.

Del total de 750, más de la mitad de esa cifra, 448 en concreto, corresponden a incumplimientos de la limitación de la libertad de circulación y grupos máximos, referidas a las restricciones horarias y territoriales de movilidad derivadas de los Decretos del Lehendakari. Vamos, que son multas por salir a correr a las dos de la mañana, ir al monte a un pueblo no colindante (aunque esté a 5 minutos en coche) o por reunirse 7 personas o más (lo normal, ya que no estamos en guerra), por ejemplo.

Este fin de semana, la Ertzaintza y las policías locales, han vuelto a realizar  controles para tratar de evitar desplazamientos indebidos fuera del término municipal de residencia y de Euskadi, y velar por el cumplimiento del resto de las restricciones totalitarias sin justificación alguna en base a criterios sanitarios. Fruto de esos dispositivos de vigilancia son las 448 denuncias cursadas durante los días siete y ocho de noviembre por incumplir la nueva limitación de movilidad o la restricción de agrupamientos sociales a seis personas.

Entre ellas, destacan las 247 interpuestas por no respetar la libertad de circulación en horario nocturno. Las infracciones por no usar la mascarilla o hacerlo de forma inadecuada suman 217 en total. A ellas se unen otras 12 por no usar mascarilla en el transporte público o privado. 

En otras palabras, que la solucióm de Urkullu para combatir la propagación del virus chino pasa porque todo el mundo lleve puesta la mascarilla (la que el quiere) en cualquier lugar (hasta en la punta del Ganeko) y que no se te ocurra salir a partir de las 10, ya que estamos castigados. Y todo ello son haber hecho nada, ya que si hay alguien al que hay que reprocharle algo, es a él por su incompetencia en la gestión de la crisis sanitaria y su arbitrariedad a la hora de imponer unas restricciones tiránicas que no tienen ninguna base en función de criterios sanitarios.

En cuanto a la futura Ley Seca (lo llamamos así porque se empieza prohibiendo la venta de alcohol a partir de cierta hora y los cierres de los bares, pero se acaba con una Ley Seca), el Lehendakari ya ha plantado sus primeras semillas: El consumo de alcohol en la vía pública que se salda con 35 actas de denuncia.

El resto de la cifra total  se reparte en conceptos como fumar en espacio público sin respetar la distancia de dos metros y otros motivos como el incumplimiento de horario en establecimientos de hostelería y restauración. En otras palabras, denuncias por subir la persiana para trabajar y, por ende, pagar impuestos, e intentar llegar a fin de mes.

Por herrialdes, la acción conjunta de la Ertzaintza y las policías locales se desglosa así: 160 denuncias en Araba, 471 en Bizkaia, y 119 en Gipuzkoa.

Redacción de euskalnews.com