“Ausencia de evidencia no es evidencia de ausencia” – Argi Madariaga
- La opinión de Argi Madariaga, enfermera de urgencias retirada
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Cada vez que oigo decir a alguien cosas al hilo de “no hay evidencia de que la vacuna covid cause trombos” o “no se ha establecido un vínculo directo entre la vacuna y la causa de muerte” o ” siempre hay alguna muerte, no existe el riesgo cero, en tratamientos médicos”; no sé a Vds. pero a mi no me tranquiliza. Ni mucho menos me parece que sea una recomendación. Todo lo contrario. Me pone en alerta. Como cuando en la playa hay bandera roja. Pero antes de proseguir un principio básico de la lógica.
AUSENCIA DE EVIDENCIA NO ES EVIDENCIA DE AUSENCIA
Que no hayan encontrado relación directa, aunque sí mucha evidencia circunstancial, entre las inyecciones Covid y muertes acaecidas enseguida de recibir la inyección, no niega que esos vínculos existan. Simplemente no se han encontrado.
Si, como parecen intimar, no puede descartar la inyección como detonante de la causa de muerte, esto no se debería de tomar como una llamada a la inoculación en masa de la población. Todo lo contrario. Sería una llamada a la precaución. Si no se conocen todos los eventos adversos que puedan ocurrir relacionados con la inyección, eso en mi opinión es una razón para no darla.
El argumento del “riesgo presente” en toda intervención médica, me parece el más perverso de todos. No solo es una medida coercitiva. Pues nadie puede pedir a nadie hacer algo que le pueda matar. Si no que no es aplicable a este caso. Los medicamentos a los que se refieren no están enfocados a la población en su conjunto. Los medicamentos se dan a grupos de pacientes con diversas dolencias. Y no a quien no las tenga. Quien esté sano no recibe ese tratamiento. parece de cajón, verdad? Pues no. No lo parece ser.
Por poner un caso, hablemos de tratamientos trombolíticos- que disuelven coágulos de sangre causantes de infartos de miocardio, por ejemplo. Claro que pueden tener efectos secundarios, raros y adversos. Pero no por ello, empezamos a dar trombolíticos a toda la población entera. Que es lo que se pretende con la inyección Covid. Empezando por embarazadas y pasando por niños, adolescentes, jóvenes, adultos y personas mayores. Sería una locura. Pero en algunos países, de hecho, ya está pasando.
Otro factor que se está haciendo a un lado también es el hecho de que existen medicamentos muy efectivos contra el Covid. No entiendo por qué se está ignorando. A mi me parece poco ético. Parecen dar a entender que lo único que les importa a los gobernantes es la vacuna. En estos tiempos tan revueltos, parece que el código deontológico por el que los profesionales de la salud tenemos que guiarnos, está siendo empujado a un lado y silenciado por el ruido proveniente de ámbitos que no tienen nada que ver con la salud. Por eso me parece importante recordar lo que establecen estos códigos de conducta ética de los profesionales de la salud.
Los profesionales estamos obligados a prestar nuestra lealtad a tres cosas. En este orden jerárquico inalterable. Por encima de todo, en primera posición, está el bienestar de nuestros pacientes. Ni la segunda ni la tercera. La primera.
En segundo lugar le debemos lealtad a nuestro cuerpo profesional el cual nos representa y representamos. Y en tercer lugar le debemos lealtad a quien nos emplea. A ellos, no al gobernante de turno, les debemos lealtad.
Me ha parecido oportuno hacer esta reflexión en estos momentos en los que habrá muchos profesionales experimentando conflictos personales y profesionales.
Muy buena reflexión. Yo no soy sanitaria pero algo chirría en esto de la inoculación masiva. Gracias por tu sentido común.
Gracias Argi. Tienes toda la razón.
Se agradece que haya gente como tú,
Muy buen artículo. Por desgracia los jefes de los sanitarios parecen creer que les deben lealtad a los mafiosos gobernantuchos de turno, y seguro que se desviven por coaccionar a su plantilla. Esperemos que no les funcione lavarse las manos esgrimiendo lo que has dicho de que el primer deber de los sanitarios es con los pacientes.