Escrito por Fernando López-Mirones, biólogo y divulgador científico

DAMNATIO MEMORIAE.
Gracias por vuestros consejos, aulladores. He decidido acceder a quitar el trino del
Buitre Azul, total puedo escribir otro, y me han castigado solo 6 días, aunque creo que una vez abierto este melón me van a empezar a atacar cada vez más. Se confirma que están eliminando muchas entrevistas y referencias anteriores mías de mi trabajo como biólogo y documentalista de las webs de muchos medios. Referencias positivas de nuestro trabajo de más de 20 años. Es decir están borrando mi pasado positivo, mi reputación profesional para dejar solamente lo “malo” como NEGA para que con el tiempo nadie lo encuentre.

Esta era un práctica que se utilizaba en la antigua Roma, se llamaba Damnatio memoriae, fue aplicada incluso a emperadores. Consistía esta “condena de la memoria” en eliminar toda referencia a un enemigo del Estado de tal suerte que desparezca de la historia. Monumentos, inscripciones, crónicas, el nombre del condenado por el Senado era eliminado con cincel incluso de las piedras ya erigidas.
Por otro lado las llamadas telefónicas y presiones a todas las instituciones y empresas con las que trabajo están teniendo lugar. Algunas han cedido y otras todavía no, pero el mensaje es claro: tener ahí a Mirones te va a traer problemas, deshazte de él.

Incluso de las listas de Negas nos van eliminando, es muy curioso ver lo bien que trabajan en crear y destruir reputaciones de forma discreta pero efectiva. En los libros varios que se han publicado sobre la plandemia ni uno solo me menciona, a pesar de que expresan con profusión ideas y datos que en su momento fui el primero en contar en España e incluso en el
Mundo. Solo me quedáis vosotros. Vivir esto en primera persona es impresionante, muy fascinante, espero poder contarlo bien. A uno no le importa hasta que lo sufre. Al principio trataron de difamarnos, de ridiculizarnos, pensaron “ese del sombrero nos dura dos asaltos” pero no se dieron cuenta de que manejamos el lenguaje de la narrativa igual que ellos y cada intento de destruirnos nos hacía más fuertes.

La gente no es tonta, te busca y ve lo que hiciste en tu vida y descubre que es verdad. Al comprobar que esos ataques que para un científico convencional son insoportables (suelen ser gente sensible, tímida y acostumbrada al respeto) a mi me daban igual, han optado por borrarme del mapa. Veréis que incluso en las TV que me solían llamar ya hace tiempo que no aparezco, y en las nuevas tampoco. Bueno, seguiré luchando pues creo firmemente que es mi misión hacerlo, lo mejor que pueda, pero sin desfallecer.

El primer insulto duele, pero tras más de un año ya haces callo y te da bastante igual. Soy un puto contrarian testarudo desde niño, cuando con el apellido Mirones y unas gafas de culo de vaso tuve que soportar a las hordas de mediocres con las que aprendí a crecer. Os cuento todo esto para que sepáis cómo funcionan, cómo nos controlan y lo perversos que son. Gracias por estar ahí, sin vosotros no podría aullar.
Un aullido