Certificado verde: Una luz roja a la libertad
- La opinión de Ángeles Saloa
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CERTIFICADO VERDE: UNA LUZ ROJA A LA LIBERTAD
Se sigue cerrando el cerco; intimidando y coartando a la población, esta vez con la exigencia de un certificado que demuestre que has pasado por el aro del pinchazo, que por cierto, ya se reconoce que ni inmuniza ni es seguro. Desde “arriba” parece que no saben las consecuencias de lo que sus leyes y decretos anticonstitucionales está provocado en el suelo, que parece que no pisan (o tal vez sí pero les da igual).
Hay dos tipos de leyes, las hechas por el hombre, que son falibles y pueden cambiarse a la medida del momento; y las naturales que son a temporales y permanentes, siendo un derecho de nacimiento igual para todos y que prevalece en cualquier circunstancia. Entre estas dos categorías, la segunda siempre prevalece sobre la primera por razones obvias, mal que le pese a los legisladores, que deberían saber que la leyes civiles no pueden ignorar a las leyes naturales Ley Natural .
Entonces ¿Cómo están consiguiendo vulnerar nuestros derechos naturales de manera tan flagrante? La respuesta es sencilla, gracias a un “cóctel” de ignorancia, manipulación desinformativa que conlleva al ingrediente estrella: el miedo.
Esto se ha hecho múltiples veces a lo largo de la historia, pero de manera más “casera” y localizada. Ahora, gracias a la tecnología se ha tenido la osadía de generar un estado de alarma global desarrollado en varias fases; en la primera se genera el problema y con ello el pánico general, se consigue gracias a los incansables mensajes de peligro lanzados continuamente, 24 horas, por todos los medios en todos los países sin excepción de manera sincronizada; si algún mandatario no colabora es anulado de una manera u otra.
Esta primera fase tiene un efecto en la mayoría de la población de bloqueo, que les lleva a una necesidad de buscar protección sin cuestionarse nada; su cerebro a quedado en modo supervivencia y las neuronas no dan nada más que para tomar la acción de ponerse a salvo; por otro lado, una pequeña parte de la población entre la me incluyo, nos parece sospechoso una propaganda tan sincronizada y masiva en el tiempo y el espacio ( todos los países del mundo), y tan alarmista y machacona sobre un virus cuya letalidad siempre ha sido escasa.
Fase dos, una vez generado el problema y la extrema alarma, se oferta la solución que los bloqueados por el miedo aceptan de buen grado, y se ordenan confinamientos masivos, a pesar de la debacle económica y sanitaria, entre otras cosas, que esto provoca. Y así como el que no quiere la cosa comienzan a violarse tus derechos con decisiones ilegales pero que parece no importar a nadie porque ante la “seguridad” y la libertad los bloqueados siempre elegirán la “seguridad”. Meses más tarde, los tribunales en España reconocieron que estas medidas fueron ilegales (a buenas horas).
Fase tres, “solución definitiva”, “la vakuna”, o así la llaman para no explicar que en realidad es una terapia génica experimental que modificará tu esencia física en lo más profundo (ADN), sin que nadie se haga responsable de los posibles efectos adversos, pero eso sí, en la tele no paran de exigirnos que seamos responsables y pongamos dócilmente el brazo, aun cuando ningún médico ni autoridad se hará responsable de los efectos adversos, que por cierto, ya suman un número de personas muy superior a los afectados por esta denominada pandemia.
Fase cuatro; Certificado de VaKunación, algunos lo llaman la marca, y creo que tienen algo de razón, en el sentido de que muchos están consintiendo en ser marcados con un código QR como una vulgar res, la única diferencia es que la oveja lo lleva en la oreja y las personas del primer grupo lo llevan en su móvil o celular.
La mayoría de las personas que están aceptando pincharse, ya ni siquiera lo hacen por miedo a un virus, sino por miedo a perder sus trabajos o el derecho a la diversión, o a viajar etc. la paradoja es que cuando aceptas esta maniobra de extorsión, lo que pasará es que perpetuarás vivir en continuas restricciones y condiciones cada vez más coercitivas.
¡¡Aviso!!
Aceptar esta marca, marca el final de tus derechos naturales de nacimiento, significa que renuncias a tu dignidad y libertad como ser humano, estás colaborando en la justificación de toda clase de tropelías en nombre de una supuesta seguridad; porque no nos engañemos si le damos un dedo ellos se tomarán la mano y luego el brazo y luego todo lo demás.
Hay más fases, ¿No las adivinas? La información está ahí, búscala, no nos comportemos como un rebaño porque entonces seremos tratados como tal.
Una cosa tenemos que tener clara, las autoridades sólo son administradores de recursos, y están ahí para hacer un servicio al pueblo, somos la gente común los que damos legitimidad a estas personas aceptando sus decisiones o no aceptándolas si nos están perjudicando. El pueblo es soberano, no sus representantes.
Tenemos toda la autoridad moral que nos otorga la Ley Natural , para elegir qué clase de mundo queremos para nosotros y nuestros hijos.
Que no te engañen más, la responsabilidad es nuestra, sí, pero no tiene nada que ver con el miedo a la muerte, sino con el amor a la VIDA vivida con conciencia e inteligencia.
Ángeles Saloa