Una epidemia de odio
La opinión de Luisa Vicente, asesora jurídica y económica en materia socio laboral, empresarial y en RRHH; Colaboradora habitual de euskalnews.com.
Una epidemia de odio
Un increíble trabajo de campo ha descubierto un resultado sorprendente. Parece que las flores de diferentes especies, color y aroma, más que tratar de competir entre sí para facilitar la visita de las abejas, trabajan juntas y han establecido una simbiosis o mutualismo durante millones de años para atraerlas y beneficiarse unos de otros. Sin este concierto no sería posible la polinización. Es una lección de éxito que nos da la naturaleza, de la cual podríamos aprender para crear ecosistemas humanos más reconciliables y colaborativos.
Nada tiene que ver esta colaboración que repercute en el mutuo beneficio de las flores a pesar de su diversidad en colores y aromas, con la epidemia de odio entre grupos que difieren sobre la seguridad de las vacunas.
No existe una ley que prohíba a las personas no vacunarse por los motivos que cada uno considere, por lo tanto deberían tener los mismos derechos y libertades que los que han decidido vacunarse.

La ley del paciente establece que toda persona que se someta a una terapia, tratamiento médico o vacuna, debe existir un consentimiento informado, que en el caso de la vacuna experimental génica no se está cumpliendo. Por este y otros motivos, la Comunidad de Aragón dictaminó el 11.12.2021 suspender el pasaporte Covid en dicho territorio por la acción judicial de Liberum. Como era de esperar, esta noticia no ocupó titulares en los periódicos, ni se resaltó en casi ningún medio de comunicación.
VULNERACIÓN DE LA LEY
Obligar a la vacunación experimental génica vulnera:
- El Código Nuremberg de 1947
- La Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos de w2005 de la UNESCO.
- El Pacto de San José Costa Rica.
- El Tratado de Helsinki.
- El Tratado Europeo de los Derechos Humanos.
- La Declaración de Ginebra.
Vulnera los siguientes artículos de la Constitución:
- Articulo 14 de Actos Discriminatorios.
- Articulo 18/1 del Derecho a la intimidad.
- Artículo Ley 41/2002 Del Consentimiento informado y Derechos del Paciente.
- Ley Orgánica de Tratamiento de Datos de carácter Personal. Artículo 4.2 RGPD y artículo 5.1 t.
- Artículo 510.1 del Código Penal. Constituye crimen de incitación al odio.
EL PRECIO SOCIAL DE UN MODELO ECONÓMICO INSENSATO
El modelo de economía especulativa y desigual de las tres últimas décadas, basado en el lucro individual, ha tenido un papel relevante en la formación de sociedades competitivas con creencias antagónicas e irreconciliables. Afortunadamente una nueva economía más integral, ética y colaborativa, está dando paso a espacios de igualdad en economías locales, donde los derechos humanos prevalecen y las relaciones entre individuos son tolerantes y civilizadas en grupos minoritarios.
No tenemos un antídoto contra el vacío, el narcisismo y la intolerancia que inconscientemente hemos interiorizado motivado en gran parte por la rivalidad social que vemos en los medios por parte de los partidos políticos que magnifican en sus relatos de campaña y sus enfrentamientos parlamentarios para conseguir votos. El deporte, con el fútbol a la cabeza como deporte de masas, también ha creado inercias y rivalidades entre unos y otros. También se suma algo no menor, el totalitarismo biosanitario de los medios de comunicación que está presente las 24 horas del día en la TV y condiciona nuestras respuestas emocionales a través del miedo y la ingeniería lingüística.
Para los más media la democracia no es sinónimo de que TODOS podamos elegir en libertad si nos inoculamos o no, al contrario, los que no se vacunan son conspiranoicos, irresponsables y egoístas. Es palpable la utilización de personajes mediáticos para crear un clima de enfrentamiento y acoso, personajes que parecen desconocer los Tratados Internacionales y la legislación española que ampara la libertad de elección de medicamentos y tratamientos sanitarios. Desde su cátedra hablan y juzgan sin conocer las cifras del Ministerio de Sanidad sobre contagiados no vacunados y vacunados con dos dosis que han sido ingresados en los hospitales y en las UCIS. De conocerlas se llevarían una gran sorpresa, o quizá no, sobre todo si han sido bien engrasados por el medio que les contrató para infundir miedo y confusión.
No es de recibo utilizar a tertulianos, supuestamente “expertos” y comprados, para que digan lo que quieren las diferentes cadenas. Por otro lado, los comentarios a favor de la vacuna, no son ciertos en muchas ocasiones, pero llevan a extender la credibilidad de la Big Pharma y por consiguiente a su enriquecimiento. Decir a estas alturas que un vacunado no contagia, es faltar a la verdad, además de crear recelo, fomentar el odio y estigmatizar, algo que afecta a la sociabilización de las personas, lo más importante para la salud física y mental de todo individuo.
Ante esta situación, algunas personas se encierran en sí mismas y callan su opinión para evitar discusiones en su círculo social. Este clima reduccionista empobrece las relaciones interpersonales, crea una brecha social y la libertad de expresión se deteriora hasta casi desaparecer.
Indudablemente las grandes subvenciones que reciben los más media, como los 250 millones de euros donados por Bill Gates a fondo perdido a medios extranjeros y españoles, tiene mucho que ver con esta campaña de hostilidad contra los no vacunados. El diario español El País recibió 4 millones de dólares, según puede comprobarse en la web de su Fundación Bill y Melinda Gates, B&MGF, la mayor Fundación privada del mundo, fundada en 1994 y con sede en la ciudad de Seatlle, Washington.
TOTALITARISMO EN LOS CAMPUS UNIVERSITARIOS
Desde hace un tiempo, estamos asistiendo a un hecho preocupante en prácticamente todos los campus universitarios del mundo: un APARTHEID IDEOLÓGICO que está poniendo en peligro la auténtica democracia. Alumnos que dicen defender ideas progresistas y la libertad para pensar, escribir y expresarse, abuchean a profesores y conferenciantes que tengan una determinada ideología que la consideren ofensiva para ellos. Incluso forman piquetes para sabotear la conferencia del ponente para impedir que hable en el Aula Magna, así como para impedir también que sus compañeros asistan a escucharlo. En muchas ocasiones tiene que hacer acto de presencia las Fuerzas Policiales para controlar los desordenes que se producen y salvar la integridad física del orador.
Cada vez es mayor el número de estudiantes reacios a oír opiniones distintas a las suyas y a debatir con franqueza y argumentos, como se hacia en los años 19 y 11 a. de C en el Ágora o Foro romano de Atenas. La intransigencia y el totalitarismo de nuestra juventud es cada vez más preocupante. Se hace difícil creer que en las Universidades, que deberían ser el gimnasio de la mente, estén invadidas de estudiantes que rehuyen el debate y el pensamiento crítico. La idea de ponderar la “DIVERSIDAD” de la que tanto alardean los partidos políticos y los jóvenes, cae por tierra cuando ni en las Universidades se respeta el pensamiento diferente y quieren imponer a toda costa un pensamiento único y totalitario. Razonar y argumentar sobre una determinada idea, la reciben como una ofensa y la desechan como basura. No son capaces de escuchar argumentos contrarios a los suyos porque los consideran perjudiciales. Aunque estén bien construidos y argumentados, los consideran material potencialmente estresante. Los hay que además de no querer escuchar, se molestan y llegan al insulto, incluso a la agresión física, lo que está produciendo verdaderas batallas campales en las Universidades de todo el mundo, que nada tiene que ver con el activismo estudiantil que siempre hubo en los Campus.
Es totalitario oponerse a oír argumentos contrarios a los propios. No solo interfiere en el desarrollo mental de las personas, sino que se acaba por caer en conversaciones nimias y superficiales más propio de las que se tienen en bares y tabernas, que en Centros Universitarios.
Existen momentos en nuestra vida que necesitamos ser resilientes y hacer frente a las dificultades como hace nuestro sistema inmune con un virus o un resfriado. Quiero decir que estos “desafíos verbales” de escuchar ideas contrarias y expresar las nuestras, nos hace menos frágiles, más eficientes, seguros y refuerza nuestro intelecto, además de entrenarnos mentalmente para situaciones estresoras y difíciles en nuestra vida y nos capacita para convivir mejor en una sociedad abierta y plural.
Luisa Vicente