LOS PAVOS DE DAVOS

¿Te has preguntado, alguna vez, con qué se alimentan los gusanos? Ellos, como los humanos, pueden comer casi de todo. Cualquier resto de comida caducada, podrida, les vale, incluso detritos. La idea es que ellos se coman la basura y tú te los comas a ellos. Una simbiosis perfecta humano-gusano: Tú los comes y ellos te comen.

Sinceramente, me cuesta encontrar un argumento sólido para oponerme a una ocurrencia tan “cabal”. Parece indudable que el impacto en la naturaleza será mínimo, si se utiliza tal sistema. Tú los comes, estando vivo, y ellos te comen, cuando mueres. Es justo ¿No? Además, no presenta inconvenientes puesto que, estando muerto, no te enteras. Tan solo se trataría de acostumbrarnos, como nos acostumbramos a comer caracoles, y gambas, y huevos de pez… ¿Sigo?.. ¡Si los humanos ya nos lo hemos comido casi todo!

Me gustaría pero no puedo poner ninguna objeción seria a esta nueva costumbre que pretenden imponer los “cabalistas”. ¡Vengan pues gusanos para todos! Pero eso sí, que sean, de verdad, para todos. Cuando vea al rey comer gusanos, yo los probaré. Lo juro. Pero antes tengo que ver al rey dando ejemplo, y al Bill Gates ese de los cojones; antes quiero ver a los pavos de Davos comiendo gusanos ¡Y al papa de Roma! Quiero ver a todos esos que promocionan la Agenda 20/30, disfrutando de un buen plato de gusanos; y mejor si es en directo pues, con tanta edición digital, ya no te puedes fiar de nada que veas en las pantallas.

Mierda que se convierte en comida y comida que se convierte en mierda, en un bucle perfectamente sostenible. ¡Sin duda, una idea mucho mejor que el “Soylent Green”! Limpiar el planeta fabricando proteínas. Comida abundante, barata, para todos ¡El fin del hambre! ¿Quién, en su sano juicio, se puede oponer a eso? Aunque eso sí, señores pavos de Davos: Antes tendrán que eliminar el dinero, y no solo el físico, también el digital; y no solo el mío, también el suyo. Antes tendrán que eliminar cualquier posibilidad de especulación. Lo digo porque ayer mismo tuve que comprar abono para los tomates, y no veas al precio que se está poniendo la mierda.

José Miguel Ruiz Valls