- Documento elaborado por Adrián Zelaia, Director de EKAI Center
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El Futuro del Modelo de Desarrollo Europeo: TOLERANCIA CON LA INFLACIÓN
La tolerancia con la inflación parece ser el eje actual de las políticas económicas occidentales y, muy especialmente, el eje de la actuación de los bancos centrales.
Ya hemos explicado que, a partir de las tensiones financieras surgidas en primavera de 2019, grandes inversores y bancos centrales acordaron la puesta en marcha del proyecto “Going Direct” propuesto por Blackrock, a través del cual se pretendía abordar una nueva fase de expansión monetaria expresamente aceptada como inflacionaria. Es decir, los procesos inflacionarios iniciados a partir de fines de 2020 no fueron ninguna sorpresa, sino un efecto esperado o, al menos, aceptado por las élites corporativas occidentales.
INFLACIÓN EN LA EUROZONA. % INCREMENTO INTERANUAL |
FUENTE: Refinitiv Datastream / |
Como consecuencia de esa tolerancia, el Banco Central Europeo ha dejado pasar cerca de un año desde el estallido inflacionario sin adoptar medida alguna de corrección de las políticas monetarias permanentemente expansivas:
BCE. TIPOS DE INTERÉS BÁSICOS 1999-2022 |
FUENTE: The New York Times |
La razón de esta “tolerancia” con la inflación ya ha sido explicada por EKAI Center. Tal como reconocía expresamente Blackrock, la inflación es el instrumento menos peligroso para abordar la reestructuración financiera –el desapalancamiento- imprescindible antes o después para la economía occidental.
Las dos subidas registradas hasta la fecha, sitúan aún el tipo de interés básico del BCE en un ridículo 0,75%. A pesar de toda la palabrería mediática sobre la supuesta “dureza” de la nueva política monetaria, esta nueva política no sólo está actuando sistemáticamente por detrás de la evolución de la inflación, sino que sigue siendo en sí misma claramente expansiva e inflacionaria.
En las últimas declaraciones, se nos anuncia que el tipo básico llegará quizás en su momento a situarse “entre el 2% y el 5%”, a la vez que se insinúa su compensación con nuevas medidas de expansión cuantitativa, a su vez claramente inflacionarias.
Esta cada vez más clara política de “tolerancia” con la inflación se explica técnicamente desde la perspectiva de una economía claramente sobre-endeudada, a la que cualquier subida significativa de los tipos de interés puede hundir en la depresión. Y también, como hemos indicado, desde una perspectiva política, como el instrumento políticamente menos peligroso para hacer caer sobre los ciudadanos el coste de la reestructuración financiera de la economía europea.
Que todo lo pagamos los ciudadanos es obvio ya desde que Mario Draghi empezó a dar dinero a diestro y siniestro, y que nos sobran los políticos corruptos y la UE también.