- Escrito por Fernando López-Mirones, biólogo y divulgador científico
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SIRENAS Y PCR
La noticia de hoy es el bombardeo de Kiev, la capital de Ucrania. Lo cual demuestra que cuando nos dijeron que eso había ocurrido hace seis meses era mentira, como explicamos aquí en su momento. Era el “efecto sirena” un viejo truco de sugestión de masas. Provocaron un éxodo de personas a base de accionar las sirenas día y noche, eso fue el principio del montaje.
Las sirenas fueron como las PCR, sembraron el terror sin necesidad de que hubiera bombardeos de verdad; igual que con “positivos” no hacían falta virus. Todos los noticieros hablaban de “sirenas” y del pánico de la buena gente, pero apenas citaban explosiones reales más allá de las pocas producidas In situ y desde tierra, que a saber quiénes las provocaban. Eso ya lo hizo Nerón en Roma muchos siglos atrás para culpar a los cristianos y justificar su persecución.
Nunca vimos imágenes de aviones arrojando cosas ni de misiles cayendo ni de nada concreto. Solo atrezzo como en una película de bajo presupuesto. Por supuesto que la población entra en pánico si se la somete al terror de escuchar alarmas cada pocos minutos. Pero no podemos olvidar que esas sirenas las accionan las autoridades ucranianas.
Si entonces hubiera sido cierto, hoy no sería una noticia tan novedosa. A poco que uno observe las TV y mire entre líneas saliéndose de la alucinación colectiva de los sentimientos inducidos, se les ve el plumero. Los que vean el reality llamado La Isla de las Tentaciones, pueden observar el efecto psicológico de las sirenas, la gente enloquece y no se para a pensar si las bombas son reales. Por supuesto, la gente coge sus cosas y se va con las familias, colapsando carreteras y fronteras, eso también se puede grabar, es real, pero no se fueron por las bombas, se fueron por las sirenas.
Provocar una reacción en masa de personas engañadas no es en sí mismo prueba de que el supuesto motivo desencadenante sea real. En más de una ocasión el simple grito de una sola persona diciendo ¡fuego! desencadenó una turba asustada en la que murió gente aplastada, pero no había fuego alguno. El espectador cuando ve imágenes de pánico en mujeres y niños (no me pregunten porqué) se traga cualquier cosa movido por la pena y la empatía; nunca se les ocurre cuestionar si de lo que huyen es real o imaginario.
El NOM sabe bien esto, por eso CREA las crisis deliberadamente, se puede hacer también en el mercado financiero, en las compras de la gente, en cualquier cosa. Somos atunes asustados, bisontes enloquecidos, rebaños que corren despavoridos hacia dónde los cazadores quieren. Debemos desconfiar cuando todos los colaboracionistas están de acuerdo, casi seguro, señora, que lo que digan es incierto, por muchas abuelas llorando que le pongan en la pantalla. La pobre abuelita llora de verdad, pero la están utilizando para asustarle a usted.
Igual que cuando, tras dos años basándolo todo en los test PCR, nos dicen hace unas semanas como gran notición que ¡ya salen al mercado los test que distinguen gripe y covid! Coño ¿entonces hasta ahora no lo hacían? Pues claro que no, los negacionistas malosos no cesamos de decirlo. Parece ser que los malos cuentan con la mala memoria de la gente. O cuando la ministra de España salió diciendo que “a partir de ahora distinguiremos muertos POR covid de muertos CON covid” cosa que denuncié yo que estaban haciendo para engrosar cifras a nivel mundial años antes.
Nos engañan, y después, conseguidos sus objetivos de terrorismo, nos lo dicen en nuestra cara. Con el CCA (Cambio Climático Acojonante) tres cuartos de lo mismo, ninguna de sus predicciones para 2022 se han cumplido, Albacete sigue sin costa, pero ahora se inventan unas nuevas. Su miedo es suyo, no permita que se lo manejen.
Un aullido.
