• Escrito por Fernando López-Mirones, BIÓLOGO. Divulgador Científico. DIRECTOR y GUIONISTA de Cine DOCUMENTAL. Escritor. Profesor Universidad Complutense (Madrid).
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EL AÑO EN EL QUE VENCEREMOS

Buenos días, feliz año nuevo; este 2023 acabamos con ellos para siempre. No más mentiras, no más muertes antes de tiempo, todos al juzgado y a la cárcel. Todo lo que tenemos que hacer es actuar unidos, resistir un poco y no ceder por comodidad, miedo ni conveniencia ni un milímetro nuestros derechos, ni distraernos con política pequeña. El enemigo es el Globalitarismo, su NOM y su Afrenta 2030. De todo lo que nos quieran convencer radios y TV, lo contrario, directamente. El que nos muestren bueno será el malo, el que nos pinten malo no lo será tanto.

Cuidado con rebelarse a una cosa pero creerse otra, nos engañan constantemente con datos falsos, con relatos previstos, con percepciones prefabricadas para manipular nuestros sentimientos más primarios: odio, miedo, venganza, pena, buenismo, egoísmo, pereza…

Nos quieren subvencionados y calladitos, sumisos y chupando del bote, cautivos de su aprobación para todo, cumplidores con una solidaridad falsa. Nos robarán con la excusa de guerras creadas por ellos, de climas que cambian solos, de carbonos y virus inventados.

Mientras respiramos, nos aprietan hasta asfixiarnos, o lo intentan. Si no lo haces no podrás trabajar, si no cumples no podrás viajar… ya conocemos ese rollo, ya sabemos que fue mentira desde 2020 hasta ahora. Manipulando nuestras emociones nos dirigen al matadero, o lo intentan, porque ahora la mayoría ya sabe que todo era una tragedia guionizada.

Ya conocemos a esos expertos que hablan en las radios y TV compradas, todos ellos con conflicto de intereses, todos pagados de un modo u otro por el Globalitarismo, todos haciendo propaganda disfrazada de opinión para recibir sus premios, ascensos manteniendo su status. Ya sabemos cómo se las gastan los protomédicos cobardes, y también que hay muchos de ellos que han decidido luchar desde dentro. Ya averiguamos que no saben nada de microbios ni de dosis, que solo obedecen al jefe corrupto de gerencia, del colegio, de sanidad, de la OMS o del laboratorio que paga congresitos de lujo y sobresueldos “porque yo lo valgo”.

Conocemos la estafa de los test manipulados que dan lo que a ellos les venga bien en cada momento. Sabemos que los excesos de muertes por repentinitis en todo el mundo coinciden con las campañas de inoculación, siendo mayores en los países y edades más inoculadas.

Pero todavía todos esos infames siguen ahí, en sus despachos y consultas, en sus colegios profesionales, laboratorios e instituciones recibiendo premios. Hay que hacer que salgan y respondan por sus crímenes contra la humanidad. Eso se consigue diciendo en masa ¡NO ME DA LA GANA!, librando pequeñas batallas incómodas en la calle, los transportes, los colegios, no dejándonos amordazar porque les dé la gana a ellos cuando la ciencia de verdad dice otra cosa.

Este año vamos a acabar con todo esto para que la normalidad nueva sea ser honrado, tener sentido común, encarcelar a los mentirosos y que la medicina vuelva a sanar a los pacientes en lugar de atraparlos, atemorizarlos y matarlos. Ánimo ahí fuera, somos más que ellos. Que Dios nos ayude. Un aullido. Fernando López- Mirones (EL AULLIDO, Telegram)