Escrito por Fernando López-Mirones, biólogo, divulgador científico, director y guionista de cine documental, escritor y profesor en la Universidad Complutense (Madrid)

LA POLÍTICA DE LAS JIRAFAS

Convocar elecciones súbitas desactiva la posible creación de partidos negacionistas transversales nuevos que probablemente unirían el voto anti Agenda y darían un vuelco. No da tiempo. Buena jugada. Recuerden que ellos lo saben todo de nosotros gracias a nuestra insana costumbre de OPINAR con el teléfono móvil delante.

Probablemente nunca antes en la historia de la Humanidad surgió una ideología nueva tan potente y capaz de unir a gente de todo el espectro político preexistente, lo veo en las manifestaciones y eventos, personas provenientes de todo el arco ideológico unidas en la lucha contra un enemigo formidable y dispuestas a dejar a un lado sus anteriores antagonismos.

Por eso hay tanto empeño en desacreditar cualquier intento de crear un partido negacionista, porque saben que si se hace bien podría destrozar al bipartidismo. La transversalidad es enormemente difícil de lograr, solo un cataclismo social como el ocurrido con las falsas vacunas es capaz de dar un aldabonazo tal, que millones se replanteen todo aquello en lo que creían.

Millones han dejado de ser católicos, de ser monárquicos, de ser de izquierdas, de ser conformistas. Los malos lo saben, nosotros todavía no. Seguimos sin ser conscientes de que jugamos con cartas marcadas, de que saben de antemano qué pensamos.

Por eso dejar tiempo para que se creara un potente Partido Negacionista era peligroso para ellos, saben de sobra que hubiera arrasado. En un mes ya no da tiempo. Eso me dicen las jirafas de la abstención y el empeño de la contra inteligencia de difundir la idea de que “meterse en política” desacredita a un disidente. Es una cookie ¿no lo ven? Recuerden, estas cookies ideológicas se nos instalan en la mente porque creemos que son opinión propia, mas son inducidas.

Así consiguen poder seguir haciendo con nosotros lo que quieran, no tenemos a ninguno de nosotros en los órganos de decisión. Me sorprende oír a muchos pedir tomar las calles para convencer a políticos, y a la vez criticar que alguno de nosotros pudiera irrumpir en el Senado ¡es incoherente! o se cree en convencer a los que están, o se cree en reemplazarlos, pero ambas cosas a la vez no.

Nuestras dos grandes armas en este momento, lo que más teme el NOM, son LA OPINIÓN PÚBLICA (las redes), y el Senado… justo las dos que muchos insisten en que no sirven para nada. O mienten o tienen cookies… ¡no hay otra forma!

¿Por qué no puede haber personas que entren temporalmente en política con honestidad para cambiar las cosas desde dentro? No entiendo esta opinión tan extendida, pero si sé que a los malos les encanta, que se ríen de ella, porque hace que nos retiremos del partido sin jugarlo, y por eso siempre ganan ellos.

Tenemos mucha más fuerza de lo que creemos, millones de españoles, por primera vez desde la Transición, están dispuestos a abandonar a sus partidos tradicionales porque están hartos de manipulaciones, y tengo para mí que votarían a una oferta semejante.

Lo triste, lo patético, es que el NOM lo sepa, lo tema y lo combata, mientras nosotros mismos ni siquiera somos conscientes y creemos que con pancartas esos diablos van a retroceder. Les estamos haciendo el juego.

En mi opinión, han detectado un proyecto en forma de think tank de intelectuales de toda procedencia que se estaba gestando, y por eso han convocado elecciones inmediatas que no dejen tiempo para que ese proyecto se presente.

Me lo dicen las jirafas.
Un aullido.